Las críticas de David Pérez «Davicine» en el Festival de Sundance 2022:Cerdita
La realizadora Carlota Pereda debuta en el largometraje con Cerdita, película que también escribe y que se inspira en el corto homónimo que le valió numerosos galardones nacionales e internacionales entre los que se encuentran los Premios Goya y José María Forqué al Mejor Cortometraje de Ficción, o el prestigioso Slamdance Russo Brothers Fellowship. Este crudo thriller rural lleno de tensión, venganza, miedo, polvo y sudor está protagonizada por Laura Galán (aclamada protagonista del corto Cerdita, ha participado también en películas como Orígenes Secretos), Richard Holmes (Hasta el cielo), Carmen Machi (Nieva en Benidorm), Claudia Salas (Élite), Irene Ferreiro (Skam), Camille Aguilar (Maricón perdido), José Pastor (La templanza), Pilar Castro (Ventajas de viajar en tren), Chema del Barco (El plan) y Adrian Grösser (Merlí). La película se ha podido ver el 25 de Enero de 2022 dentro de la programación del Festival de Sundance 2022.
En Cerdita, para Sara, el verano solo significa tener que soportar las continuas burlas de las otras chicas de su pequeño pueblo. Pero todo terminará cuando un desconocido llegue al pueblo y secuestre a sus acosadoras. Sara sabe más de lo que dice, y tendrá que decidir entre hablar y salvar a las chicas, o no decir nada para proteger al extraño hombre que la ha salvado.
Para contar esta historia, Carlota Pereda ha optado por presentar Cerdita bajo la forma un thriller rural español a pleno sol del verano extremeño, donde no faltan los helados, siestas, señoras a la fresca y, por supuesto, el miedo al qué dirán. La película gira alrededor de un miedo que surge de la vida real, pues ser adolescente puede ser aterrador, y su personaje principal es alguien cercano a nosotros, no siendo extraño que cualquier espectador conozca a alguien como ella y pueda ponerse fácilmente en su lugar (o al menos debería ser capaz a poca empatía que tenga).
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, y cada vez más tiene lugar fuera del aula y se centra en las redes sociales, pues los tiempos cambian y los acosadores se adaptan a ellos. No son pocas las películas que han tratado tanto el acoso como el ciberacoso en jóvenes que son diferentes y no entran en los cánones que parece que la sociedad actual ha decidido determinar que son los correctos. Cerdita decide dar una vuelta de tuerca a este problema y opta por usar el horror como medio para explorar el miedo y la vulnerabilidad de una adolescente atormentada por sus compañeros de clase y vecinos del pueblo.
Sara se siente impotente y rabiosa, está desesperada por encajar como casi cualquier adolescente, pero en su entorno no se lo ponen fácil. No tiene amigas que la defiendan de quienes se burlan de ella, y sus padres no son capaces de comprender y gestionar los problemas por los que pasa su hija. Si bien hubiera sido más fácil transformar ese odio en violencia, Pereda elige con acierto que sea una tercera persona la que lleve a cabo lo que podríamos llamar «venganza», y mostrarnos el dilema moral al que Sara debe enfrentarse cuando la policía comienza a hacer preguntas, debatiéndose entre revelar la verdad o proteger al hombre que la salvó, haciendo de ésta una historia moral reflexiva y profundamente personal con la que se aborda la violencia social normalizada
Igual que el tema del acoso se ha tratado de forma diferente a la que podríamos haber visto en una película más puramente de corte social, Carlota Pereda también da un giro al género slasher y las historias de venganza. Cierto es que tenemos elementos de ambos tipos de películas de terror pero prefiere tomar unas premisas más realistas en esta mezcla de géneros dando como resultado un thriller de gran intensidad. La intimidación tiene más peso que la violencia explícita, aunque no falten las escenas violentas y sangrientas que harán las delicias de los fans del género, pero no por ello se aleja del Slasher, pues de algún lado tienen que surgir los asesinos en serie y es que nadie nace siendo un criminal. Como hemos visto en múltiples ocasiones, un pasado tortuoso y una infancia atormentada son buenas bases para tener ganas de matar a quienes realizan el mal, pero suele ser una condición necesaria aunque no suficiente para que alguien acabe siendo como Dexter.
Por si no fuera suficiente, Pereda también se anima a incluir otro género en la película, un género que grandes alegrías ha dado al cine actual, y es que las historias sobre la mayoría de edad cada vez reciben más elogios y ganan premios. Esta «coming-of-age» no es la típica que estamos acostumbrados a ver, pero sí que han elegido sabiamente a una protagonista con la que dar veracidad a este paso de la infancia a la adolescencia, o más bien de la adolescencia a la madurez más dura.
Laura Galán plasma en imágenes lo que Pereda tenía en mente, interpretando de forma convincente el personaje tan difícil que tenía entre manos, y cargando sobre sus espaldas todo el peso y el impacto de la película, recreando con acierto las emociones de una joven que es odiada a pesar de ser un alma cándida.
La joven actriz mantiene el tipo y, a pesar de su escasa filmografía, ya se augura en ella un futuro prometedor, y eso que junto a ella tenía actores de renombre y con mucho palmarés que podrían haberla hecho sombra, como Carmen Machi en el papel de su madre, o Julián Valcárcel como el padre, ambos con todos los clichés que nos podemos imaginar en unos padres españoles pero no evitando que sean convincentes y retratados de forma natural. Mención especial merece Irene Ferreiro como Claudia, una «antigua amiga» de Sara que se posiciona del lado incorrecto del acoso, siendo necesario destacar de ella una escena en la que requiere de cierta ayuda y nos ofrece una interpretación potente, devastadora y sorprendentemente creíble. Al frente del casting han estado Arantza Vélez y Paula Cámara, y es en parte gracias a su trabajo que disfrutamos de tan elogiable resultado.
El realismo y la veracidad de las interpretaciones va a juego con el increíble trabajo de Rita Noriega en la dirección de fotografía, consiguiendo dotar de aún más realismo a la película, sintiendo en cada plano como el calor nos abrasa y la tensión que se vive queda reflejada en cada una de las escenas gracias a una paleta de colores luminosa en exteriores, siendo ténue y apagada tanto en interiores como en la oscuridad del campo. No hay película de género que se precie que no tenga una fotografía oscura e impecable, y Noriega logra combinar a la perfección paletas de colores que podrían emplearse en géneros muy distintos, pero manteniendo una uniformidad y coherencia visual excepcional.
Merece la pena destacar el trabajo del resto del equipo técnica, como Clara Salvador como jefa de producción y localizadora, Nicolás Mas en sonido, Paloma Lozano en maquillaje, junto a Óscar Sempere en la dirección de arte y Olivier Arson encargado de la música, por citar algunos, y es que desde el último salpicón de sangre en la ropa a la música que nos mete en tensión, todo juega a favor de este thriller rural.
Cerdita es un debut de los que se recordarán durante mucho tiempo, dejando el listón muy alto para Carlota Pereda gracias a la notable forma de presentarnos una rabiosa película de género aderezada con grandes dosis de sangre, crítica social y mucho humor negro.
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