Las nuevas formas de consumir llegan también a la moda. En España están surgiendo propuestas de suscripción para alquilar ropa de manera periódica en vez de comprarla. Una opción muy interesante para prendas que quizá solo se use durante un tiempo limitado, como sucede con la ropita para niños, que crecen enseguida, o para embarazadas, que cambian de talla a menudo, o incluso para quien quiera probar la calidad de ciertas marcas antes de comprarlas.
En paralelo, también se está extendiendo el uso del alquiler de ropa para uso ocasional, como conjuntos de fiesta y ceremonia que no merece la pena comprar para un único día. Estas propuestas se pueden encontar online y también en locales físicos donde podrás probarte la ropa antes del evento.
Las plataformas de alquiler de ropa funcionan de dos formas y cada una tiene sus particularidades.
Lo primero es el registro y hacer un test de estilo en el que indicas qué tipo de ropa te gusta, cuál es tu estilo y qué tallas usas.
La ropa de fiesta para bodas, comuniones y eventos especiales tiene un uso muy esporádico, por lo que puede que te plantees si merece la pena comprarla, tanto por ahorro como por sostenibilidad. Ante esta necesidad, han surgido opciones de alquiler de looks de fiesta o prendas más orientadas a eventos.
El funcionamiento es siempre similar: se entrega el vestido antes de la fiesta, se dan 4-5 dias para usarlo y se manda un mensajero para recogerlo. Aunque la tintorería suele estar incluida en el precio, hay que prestar atención al tema del seguro, que a veces supone un desembolso extra de 5-15 euros, como en el caso de El Atelier de la invitada, o un descuento de la fianza, como en el caso de ¿Me lo prestas?
Estas opciones en principio prometen ser más sostenibles al evitar la producción de nuevas prendas. Sin embargo, desde un punto de vista ecológico tampoco son la panacea si solo cambian el “ir de compras” por “alquilar ropa nueva cada mes” perpetuando la cultura del hiperconsumo textil.
En cuanto al uso también hay opiniones diferentes: hay estudios que señalan que el alquiler de prendas no reduce la presión sobre los recursos naturales, sino que, simplemente, consigue democratizar el lujo haciendo posible que los consumidores accedamos a prendas de mejor calidad pagando menos. Y que estas opciones incluso pueden contribuir a un efecto rebote al usar un mayor número de prendas aprovechando que nos cuestan menos.
Los productos destinados al alquiler deben tener un ecodiseño que los haga más duraderos para reducir su obsolescencia prematura. Si no, en cuanto no estén “como nuevos”, se convertirán en otro residuo más. La solución es que tengan un diseño de calidad destinado a durar y una reutilización circular al final de su ciclo de alquiler.
Desde OCU insistimos en que la forma más efectiva de mejorar el impacto medioambiental de la ropa es comprar menos prendas y llevarlas más tiempo.
Las plataformas de alquiler pueden contribuir a esto, ya que consiguen multiplicar el tiempo de uso con diferentes usuarios. Sin embargo, aunque el alquiler de prendas se anuncia como una de las soluciones para reducir el impacto del textil en el medio ambiente, su efecto real depende de varios factores como la calidad de la ropa que se alquile y el uso que hagamos de este servicio.
En nuestras manos está hacer un uso responsable de las diferentes opciones disponibles. ¿Apuestas por sostenibilidad? Plantéate estas opciones y recuerda:
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