Por Eduardo Limón
Tener zapatos cafés, saber cómo usarlos y dejar de creer en sus mitos de estilo son tres tareas fundamentales para ti a partir de hoy. Sobre todo cuando viejas creencias de estilo nos impiden explorar cuáles son nuestras verdaderas posibilidades. Pero no más. Vivimos un momento bastante único de la moda a nivel mundial. Cada día nos abrimos más a la experiencia de vestir por gusto y no porque así se nos imponga. Es decir, si hoy llevamos un saco, una corbata o zapatos formales es por pura y plena convicción. A raíz de la pandemia y el home office, cuando los códigos de vestimenta para la escuela u oficina se han trasladado hacia el libre albedrío y la privacidad, ¿quién vigila o dicta qué podemos o no usar? Si decidimos ponernos unos pantalones sastre en estas condiciones es porque genuinamente así lo decidimos; no porque así lo demande el trabajo o las aulas. Y lo mismo surge con otro tipo de piezas.
Después de haber vivido tanto tiempo en casa llegó el momento de descubrir un poco más de nosotros. Y esto incluyó descifrar qué tanto nos gustan los blazers, los abrigos, las camisas y otrasprendas que solemos ver ajenas a una tarde cualquiera en casa.
Si éste es tu caso y ahora puedes decir a los cuatro puntos cardinales que amas usar zapatos —y no sólo sneakers—, tenemos por derribar uno que otro mito sobre su uso para que siempre estés seguro de tus outfits. Y es que en torno a piezas tan clásicas como un par de zapatos cafés suele tejerse una cantidad enorme de prejuicios o supuestas reglas, que más que ayuda se convierten en un instructivo para vivir oprimido.
Veamos entonces qué puedes hacer con tus zapatos cafés, cómo usarlos y qué mitos tirar por la borda.
Absoluta mentira. Bien pueden no ser nuestra primera opción para un evento de gala o esmoquin, pero eso no significa que un buen par de zapatos cafés no tengan lo necesario para verte profesional, serio o elegante.
No te dejes engañar. Con las prendas correctas, puedes conseguir tu cometido; especialmente si te inspiras en la estética yuppie y le das un giro actual. Que de por sí la moda de los noventa ya es algo especial por sí misma.
Falso. Hay distintos tipos de zapatos, así como hay distintos tipos de tenis o botas.
Justo como en esta imagen, si eliges un look oversize con los accesorios correctos y un calzado relajado, muy ad hoc para pasear por la ciudad, derrumbarás por completo este mito.
Quizás un match entre zapatos y cinturón es agradable, pero no necesariamente con toda tu ropa. Por ejemplo, al llevar calzado color café no es forzoso que uses una chaqueta o mochila del mismo color. Por supuesto que puedes combinar otros tonos de marrón o, incluso, apostar por piezas en negro.
Es tiempo de que cambies de idea. Si llevas un buen par de loafers puedes acompañarlos de unos jeans clásicos, una playera básica y una chaqueta tipo bomber.
Nada tiene de malo ponerte zapatos con una tee; la única falla en este mundo es no atrevernos a experimentar con nuestra ropa.
Quien te haya dicho esto no sabe nada de streetwear. Mucho menos en el siglo XXI, cuando podemos mezclar prendas muy urbanas como una playera gráfica con un pantalón sastre y chaqueta de cierre. Ve en esta foto lo bien que se ve este contraste de azul, negro y café en un solo look.
¡Por supuesto que no! Date la oportunidad de usarlos con otras prendas de tonalidad terrosa u ocre, y descubre lo bien que te puedes ver. Sobre todo si es época de fuertes vientos o frío, y puedes jugar con diferentes capas de ropa para incrementar el poder tu outfit.