Pese a los chubascos de las últimas horas, Cali ya empezó a sufrir los efectos de la segunda temporada más seca del año cuyo pico más alto se ubica entre los meses de julio y agosto.La temperatura máxima, a la sombra, estará entre los 34 y 35 grados centígrados, aunque en1997, debido al fenómeno del Niño alcanzó un registro récord de 36.8, según explicó, Saúl Ramírez, técnico en meteorología de la CVC.Durante este período las lluvias no desaparecerán, sino que disminuiránen cantidad e intensidad.En ese orden de ideas, el funcionario señaló que una de las mayores amenazas durante esta temporada son los incendios forestales, teniendo en cuenta que las coberturas vegetales están demasiado secas y, por lo tanto, susceptibles a las llamas.
Puede leer: Expertos de CVC rehabilitaron a un mono que casi muere electrocutado Los incendios son ocasionados en un 99 % por el ser humano, por eso la recomendación de la autoridad ambiental de tomar precauciones y no realizar quemas de residuos sólidos o fogatas que puedan desencadenar grandes conflagraciones, sobre todo en los cerros y zona rural de la ciudad.Asimismo, hizo un llamado a los caleños para evitar la exposición directa al sol que puede provocar problemas de salud debido a la fuerte radiación.“Se debe evitar tomar el sol de forma directa tanto como sea posible. Intentar pasar más tiempo en lugares frescos o con aire acondicionado. Hay que tener en cuenta que los efectos de la radiación también son a largo plazo porque pueden producir cánceres”, sostuvo Ramírez.El llamado es a hidratarse muy bien, tomar agua durante todo el día. Igualmente, usar bloqueador solar con SPF de 30 o con mayor protección, ropa holgada, ligera y de colores claros, sombrilla, gorra y gafas, especialmente entre las 9:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde, cuando se presenta la máxima radiación.
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Aunque es una temporada sin fenómenos del Niño o la Niña, la amenaza sigue siendo la misma: Incendios forestales y problemas de salud por radiación solar.Julián Gómez Arbeláez, profesional especializado de la Secretaría de Gestión del Riesgo, subrayó que en Cali la climatología tiene un comportamiento bimodal, es decir, dos temporadas de lluvias y dos secas.“Digamos que las temperaturas sí van a ser muy altas, entre los 33 y 35 grados centígrados a la sombra, pero en junio, julio y agosto, que es la temporada seca, va a haber lluvias, pero no serán constantes”, reiteró.De otro lado, indicó que en Cali históricamente esta temporada de calor afecta el tema de incendios forestales o de cobertura vegetal, que se producen principalmente en la zona rural y cerros tutelares como Cristo Rey y Las Tres Cruces, siendo esta la principal amenaza de la ciudad.
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Otro tema que preocupa debido a la ola de calor que azota por estos días, es el desabastecimiento de agua.Al respecto, Gómez subrayó que vienen trabajando de la mano con Emcali encampañas para el cuidado del líquido.La recomendación es evitar lavar andenes y vehículos, además de las fachadas de la casa y tampoco regar jardines; no propagar cadenas falsas sobre supuestos racionamientos porque esto lleva a que mucha gente acopie agua para después botarla.“Como acabamos de salir del fenómeno de la Niña vamos a tener una temporada seca no tan fuerte, pero eso no significa que no se dé la disminución en los caudales de los ríos. Ya estamos entrando en la temporada con toda la fuerza y tendremos menos lluvias y más radiación solar estos últimos días”, aseguró.
John Rodas, jefe de emergencias del Cuerpo de Bomberos, coincidió con los expertos que vendrán unos días muy intensos de verano en la ciudad, los cuales ya se empezaron a sentir en la primera semana de julio.Agregó que el organismo cuenta con disponibilidad permanente de recursos, entre ellas diez estaciones en toda la ciudad, al igual que una brigada forestal dividida en dos cuadrillas que están prestando el servicio de vigilancia en los cerros tutelares.Durante esta época, están dedicadas a la prevención y control de los incendios en esas zonas críticas. A la fecha, dijo, han atendido algunos incendios pequeños, pero a medida que van pasando los días el riesgo se incrementa porque la vegetación se va secando alcanzando su punto ideal, y ante cualquier fuente de ignición, fósforo o cigarrillo, fácilmente se prende.Este año han atendido 57 incendios forestales de mediana y pequeña magnitud en la zona rural, y 62 en la zona urbana, algunos en separadores y lotes en construcción, etc.
Expertos recomiendan evitar todo tipo de quemasde residuos sólidos o prender fogatas porque el fuego se puede salir de control.Hacer un uso racional del aguaconsiderando que el nivel de los ríos bajará considerablemente.No cocinar con leñao fogones en sitios recreativos de la ciudad como Pance, Santa Rita, pero si lo hacen cerciorarse de apagar bien las brasas.No lanzar colillas de cigarrillossobre la vegetación.No hacer quema de basurasen los patios o solares de las viviendas.Las viviendas en zona rural, donde haya vegetación, se debe limpiar alrededor, por si se presenta un incendio las llamas no alcancen la casa.