Dentro del panorama del eCommerce español, el sector moda ha sido uno de los que ha logrado una mayor estabilidad y rentabilidad. Al punto de convertirse en uno de los principales motores de la economía en el país en los últimos dos años, lo cual también ha servido de base para proyectos de impulso para startups en este mercado.
Esta tendencia de crecimiento alrededor de la moda lleva algunos años, y partiendo de ella Ramón Barbero e Iván Monells decidieron poner en marcha Brava Fabrics, una opción sostenible para la moda casual, que poco a poco se ha ido labrando un lugar en el mercado europeo.
De acuerdo a ambos fundadores su llegada al mundo de la moda no fue premeditada, pues ninguno contaba con experiencia dentro de este sector, aunque sí habían probado a crear otras startups con anterioridad. Barbero y Monells se conocieron mientras realizaban un Máster en Administración de Empresas (MBA) en ESADE. A partir de entonces trabajaron juntos en un proyecto y finalmente decidieron emprender con su propia startup, partiendo de una inversión inicial de 25.000€.
La elección de un eCommerce de moda fue puramente estratégica, ya que ambos vieron una tendencia de crecimiento en este sector, por lo que apostaron en ello respaldados por sus conocimientos de comercio electrónico. Desde entonces la empresa ha ido creciendo hasta contar con más de 200 puntos de venta multimarca repartidos por Europa y dos tiendas propias ubicadas en España.
En sus inicios en 2015 Brava se dedicaba a vender camisas estampadas para hombres, modelo que se ha diversificado hasta abarcar prendas tanto masculinas como femeninas, incluyendo camisas, jerséis, blusas, pantalones e incluso ropa íntima y trajes de baño. Actualmente, aunque los estampados siguen siendo un punto fuerte la marca se encuentra más enfocada en proyectar un estilo de vida, partiendo de su modelo de sostenibilidad y de manufacturación nativa, teniendo la fabricación asentada en instalaciones de Portugal y España.
Tal y como explican en su web, «estamos comprometidos con la equidad y la transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro. Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros talleres en España y Portugal, conociendo personalmente a nuestros sastres y conectando con ellos de forma regular. Condiciones de trabajo justas, horarios de trabajo razonables, un entorno de trabajo seguro, una relación laboral legalmente vinculante y salarios dignos para las personas que elaboran nuestra ropa son requisitos previos esenciales para nosotros en tiempos de moda rápida y consumo excesivo».
Además de su propuesta sostenible, Brava ha logrado afianzar su crecimiento en base a la omnicanalidad. La compañía comenzó plenamente como un eCommerce y actualmente el 80% de su facturación procede del canal online. Sin embargo, Monells y Barbero se dieron cuenta de que el factor físico es muy importante para la moda, por lo que muy pronto decidieron que el siguiente paso era evolucionar su modelo de negocio a un plano híbrido. De esta manera comenzaron a comercializar a través de puntos de venta multimarca y, finalmente, mediante el par de tiendas físicas con las que cuentan en España.
De igual forma, es notable la importancia de los mercados exteriores en la facturación de Brava: en 2020 tan solo un 8% de las ventas llegaron de clientes españoles.Por ello reforzar el ámbito internacional ha sido uno de los últimos retos de la marca, abriendo una nueva tienda en Berlín. Alemania contó para el año fiscal de 2020 con alrededor del 35% de las ventas totales del eCommerce, por lo que se plantea como uno de sus mercados más fuertes. Además también planea reforzar su presencia en Italia donde la marca ha tenido una buena aceptación por parte del público.
Venta de artículos de Brava Fabrics en Zalando
Pasados seis años de su fundación, la empresa tiene un equipo de 20 personas, ha logrado hacerse con más de 60.000 clientes y cuenta con una sólida presencia en Europa. Para 2019 había logrado una facturación anual de 2,5 millones de euros.
Partiendo de esta base, Barbero y Monells realizaron su primera ronda de financiación, a través de Crowdcube y su formato de microfinanciación. A diferencia de la financiación por medio de business angels y grandes empresas de capital riesgo, esta plataforma permite la inversión a partir de 10 euros, algo que según explica Iván permite crear una mejor estrategia de visibilización y crear embajadores de la marca al poder incorporar a los mismos clientes en el proceso.
Por medio de esta ronda de inversión la compañía logró recaudar 430.000 euros, superando su expectativa inicial, que rondaba los 260.000 euros. Dicha inversión de capital se direccionará a mejorar el catálogo de la marca y reforzar el canal online, con la meta de alcanzar los 23 millones para 2023.
Como parte del impulso para lograr esta meta futura, Brava fue seleccionada hace unos meses para ingresar en el programa de Lanzadera, la aceleradora de startups de Juan Roig, presidente de Mercadona, la cual ha apoyado el proyecto de sostenibilidad en el que se basa el modelo de negocio del eCommerce español. Con esta ayuda no solo esperan lograr un mayor crecimiento para la marca, sino cumplir con eliminar por completo su impacto ambiental.
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