Desde el 2022 y con Instagram desde el celular, se siente que el éxito de los desfiles organizados por Roberto Giordano quedó muy lejos. En aquel momento eran una pieza clave para definir cómo iba a ser el año laboral de las modelos que caminaban por la pasarela más famosa de los años noventa.
Con el peluquero radicado en Uruguay desde hace varios años, y con una pila de denuncias en su contra, aún se recuerda como una época dorada dentro de la industria. Pero ahora salen a la luz diferentes conflictos que existían en el backstage.
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Fue en el programa A la tarde (América) donde se destapó la olla. La estilista Matilda Blanco, que trabajaba en la organización de esos desfiles, contó detalles de cómo se desarrollaban.
“Había una división entre las que tenían más fama y eran requeridas por los diseñadores y las que no. Para este segundo grupo, las condiciones laborales eran deplorables”, aseguró.
“Hay algunas que tenían un camarín VIP porque su carrera lo ameritaba. Pero otras eran el ganado, a las que encerraban muchas horas. Llegaban a las 10 de la mañana y se iban a la noche. No tenían baño”, reveló.
Gustavo Descalzi, periodista uruguayo que fue testigo de aquella época, contó que ante la falta de baños las modelos “usaban una botella cortada”. Matilda Blanco confirmó este dato.
Sin embargo Soledad Solaro, gran figura de la pasarela de aquellos años, dijo que nunca vio estas cosas. La asesora de imagen le deslizó que tal vez nunca fue testigo porque formaba parte del grupo VIP.
Además de la guerra de egos, los famosos apodos entre las modelos y las ausencias de las estrellas en los ensayos, también debían controlar que no se robaran la ropa desfilada. Es por eso que, al finalizar el evento, revisaban los bolsos de todos los que habían participado.
Matilda explicó por qué: “Faltaban los vestidos de la primera y última pasada porque todo el mundo quería abrir o cerrar el desfile. Eran las pasadas más importantes: la apertura y la foto final. Esos vestidos desaparecían”.
“Lo de los bolsos es verdad, nos controlaban a todos. Tenía que ver con un tema de seguridad para que nadie se lleve nada sin querer queriendo”, confirmó Soledad Solaro.
Sobre la ausencia de las grandes figuras en los ensayos, la estilista deschavó a Dolores Barreiro y le pasó factura: “Lamentablemente hemos tenido que sacarla de un desfile completo de una marca muy importante porque llegaba tarde con su novio”.
“He visto muchas cosas. No te voy a venir con que el ‘lo que pasa en backstage, queda en backstage’”, empezó a recordar el modelo Hernán Drago.
“En 1992 o 1993 presencié una pelea por un vestido. No voy a decir nombres, pero entre dos top models. Una le alegaba a la otra que se lo había quitado y la otra decía que no tenía nada que ver, que se lo había puesto la vestuarista, que se arregle con ella”, contó.
Y continuó: “La vestuarista in situ pidió que se hagan responsables entre ellas, que no había dado ninguna indicación. Si no se ponían de acuerdo el vestido no se pasaba”.
En el medio lo llaman a él para hacer su pasada y ve una situación rara: “Sale la modelo original con el vestido. Atrás se escuchaban gritos, hubo codazos, ropa que faltaba...”. “Iban por todo ahí”, agregó.
Confirmó también la teoría de los bolsos y reveló que fue testigo de cómo a una exitosa modelo le encontraron ropa en su cartera.