En la época en la que las telenovelas eran venezolanas y no turcas había una marca de ropa que no tenía rival. Al menos en cuanto a la implantación que tenía en los buzones de las españolas. "Pareces una modelo de Venca" era una expresión común en los felices 90. Las páginas de su catálogo eran como las tablas de la ley de la moda para las señoras que lo hojeaban cómodamente en su hogar. La operación era sencilla: el catálogo llegaba a los domicilios de todas aquellas que estaban suscritas (siempre había alguna vecina que lo estaba). La clienta seleccionaba las prendas que le interesaban, rellenaba un formulario con las referencias, lo enviaba por correo (postal, no electrónico) y el pedido llegaba en unos días. No hubo otro catálogo más poderoso en esa época: ni el de Círculo de Lectores, ni el de Avon... ni siquiera el de Ikea, más próximo en el tiempo.
Venca se fundó en 1979, aunque su popular catálogo se haría omnipresente diez años después. En la actualidad la mítica marca ha resurgido y está experimentando una segunda vida gracias a la venta por el canal online. Y no le va nada mal en esta resurrección. En 2020 facturó 28 millones de euros y un 70% del porcentaje de las ventas de la compañía se producen por internet. El rejuvenecimiento de la marca de vestidos estampados y americanas de todos los colores ha sido obra del nuevo equipo directivo formado por Jordi Badía, Paz Usandizaga y Joan Alemany, junto con el actual CEO y copropietario de la compañía, Jordi González. Venca, con sede en Vilanova i la Geltrú, pertenece a la compañía Digital Lola y fue adquirida por esta empresa en 2017 a la multinacional Otto, que a su vez se la había comprado a los fundadores en 1988.
El camino hacia los mencionados 28 millones de euros de facturación ha pasado por un proceso de digitalización en el que invirtieron 3 millones de euros. El público objetivo al que van dirigidos sus productos no ha cambiado: mujeres de 35 a 55 años de clase media. Las más jóvenes apuestan por el modelo online y las veteranas y/o nostálgicas siguen aferradas a su catálogo. La decisión de no eliminarlo fue un acierto, puesto que aunque las ventas ahora procedan casi en su totalidad de la web de Venca, el posicionamiento de las prendas se lo ha dado su inextinguible catálogo. La nostalgia precisamente es una de las claves de su éxito. Muchas de las clientas de Venca acuden a las redes sociales para recordarles a sus community managers que las camisetas de rayas de todos los colores que se compraron en 2001 siguen sin romperse.
Por otro lado, el estilo Venca es de corte sobrio y clásico, sin darle todas las concesiones a las tendencias. Incluso con un punto kitsch. Pero ahí radica precisamente su éxito, en tener la sensación de poder comprar en 2021 la versión renovada pero fiel del vestido que lucía Maribel Verdú en una de las portadas históricas del catálogo. Además, no solo venden dentro de nuestras fronteras. El efecto catálogo de Venca está presente en 80 países, por lo que una señora rusa, australiana o india también puede acceder a sus prendas. Aunque solo se recuerde a Venca por el catálogo, lo cierto es que su web nació en 1997. En la actualidad también funciona como portal para otras marcas, con un total de 100 disponibles.
Si el confinamiento trajo consigo un aumento del gasto en pijamas, ropa deportiva y batamantas, la vuelta paulatina a la oficina ha incrementado el interés por las prendas de "oficina". De este modo, en Venca las ventas de americanas han aumentado en un 50% y las de mocasines en un 100% con respecto al mismo periodo del año anterior. "Contentos de constatar que se está recuperando el interés de nuevo por las prendas de vestir con el paulatino regreso de la presencialidad laboral, después de un año y medio de pandemia, en el que el teletrabajo relegó estas prendas al fondo del armario", expresó Maite Rivera, responsable del canal online de Venca.
La 'vuelta al cole' no ha podido ir mejor para la compañía de moda femenina que prevé incrementar su facturación anual en un millón de euros más para los resultados de 2021.
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