Por dos décadas, Bill Belichik ha puesto a los New England Patriots por encima de cualquier jugador en la plantilla. Prácticamente todos los veteranos que contribuyeron a la mayor dinastía en los deportes modernos han sido enviados fuera o se les ha permitido salir una vez que no son útiles o estén dispuestos contribuir por el precio adecuado. Mike Vrabel fue canjeado a los Kansas City Chiefs. Randy Moss fue enviado a los Minnesota Vikings. Vince Wilfork terminó con los Houston Texans. Adam Vinatieri tuvo toda una segunda carrera con los Indianapolis Colts.
Si iba a haber una excepción a esa regla, siempre pensé que sería el mariscal de campo estelar Tom Brady. Nadie se refirió a la dinastía de los Patriots como Belichick y Vinatieri o Belichick y Josh McDaniels. Belichick y Brady eran iguales como (posiblemente) el mejor entrenador en jefe y quarterback de todos los tiempos. Eran los dos pilares de la dinastía Patriot, las dos piezas centrales con las que nadie contaba antes de que se unieran para construir una carrera legendaria en New England. Los seis campeonatos que ganaron los Patriots les pertenecen por igual a ambos.
Esta semana se hizo evidente que las reglas no eran diferentes después de todo. Tras años de ser alabado por aceptar menos que el valor del mercado para ayudar a los Patriots a ganar, en agosto del 2019, Brady decidió que era hora de un aumento. Los Patriots incrementaron su compensación de 15 a 23 millones de dólares y redujeron su golpe en el tope salarial a 5.5 millones. En el proceso, Brady consiguió que los Patriots aceptaran no etiquetarlo como jugador franquicia en el 2020.
La amenaza de la designación franquicia habría limitado el poder de negociación de Brady y probablemente llevaría a los Patriots a mantener al mejor jugador de la historia del equipo por al menos una temporada más. En cambio, cuando las dos partes comenzaron a negociar una extensión parece que Belichick tuvo esa sensación familiar. Brady tenía una oferta de 30 millones por temporada sobre la mesa, y por lo visto, los Patriots no estaban dispuestos a competir. Este momento estaba previsto que llegara si Brady no se retiraba tras la victoria de un Super Bowl, pero cuando llegara, pensé que Belichick o Brady parpadearían. Al final, ninguno lo hizo.
Ahora, Brady se convirtió oficialmente en miembro de los Tampa Bay Buccaneers, una combinación que habría parecido imposible un par de meses atrás. Ya habrá tiempo para discutir el legado de Brady, cómo será impactado por el movimiento y cómo se verán los Patriots en su ausencia. Hoy se trata de la nueva oportunidad de Brady y qué viene para el nuevo emparejamiento entre Brady y Bruce Arians.
¿Se equivocó Brady al elegir a los Buccaneers? ¿Debió Tampa haber ido por uno de los otros mariscales de campo disponibles? ¿Puede Brady ser competitivo e incluso competir por un Super Bowl con su nuevo equipo? Repasemos lo que sabemos sobre este nuevo matrimonio para hacernos una idea de lo que se puede esperar de Brady en Florida.
Incluso Brady estaría de acuerdo que bajó su nivel de juego en el 2019. Escribí sobre su declive a principios de diciembre, y aunque un buen porcentaje de personas (incluyéndome) pensaron que los Patriots enderezarían la nave y descubrirán una filosofía ofensiva sostenible, no sucedió.
Brady jugó un excelente partido ante los Buffalo Bills, y el juego terrestre se puso en marcha durante la semana ante los Cincinnati Bengals, pero la ofensiva se apagó durante las derrotas de final de temporada ante Miami Dolphins y Tennessee Titans.
Dadas las interminables conversaciones en los últimos meses alrededor del próximo acuerdo de Brady, he leído y escuchado muchos ejemplos de cómo y por qué Brady bajó su nivel en el 2019. Repasemos algunos de ellos para ver si causaron el declive y si es probable que continúen en el 2020.
Brady ha sido conocido por su precisión en la última década, es por eso que su tasa del 21.7 por ciento de lanzamientos fuera de rango de la temporada pasada fue tan desconcertante. Eso significa que más de uno de cada cinco pases lanzados por Brady fueron demasiado cortos o demasiado largos, lo cual fue la tercera tasa más alta de la liga. Sólo Jameis Winston y Josh Allen tuvieron porcentajes más altos de pases fuera de rango que el futuro miembro del Salón de la Fama. Esta métrica excluye específicamente pases que fueron desechados bajo presión o balones que fueron encallados para detener el reloj, por lo que esta es un indicativo de que Brady perdió cierta precisión.
Fue la tasa de lanzamientos fuera de rango más alta en la carrera de Brady. Sin embargo, si nos fijamos en los números de la última década, es evidente que no es una cifra notable:
De hecho, Brady no ha registrado una tasa de pases fuera de rango por encima del promedio desde el 2010. Su peor marca fue en el 2013, cuando los Patriots se vieron obligados a utilizar a jugadores como Aaron Dobson, Kendrell Thompkins y Michael Hoomanawanui por ocho o más partidos debido a lesiones. También fue la temporada donde Rob Gronkowski jugó sólo seis partidos. Brady aun así logró liderar a la tercera ofensiva con más puntos de la liga, y aunque no fue su mejor campaña en estadísticas, el quarterback de entonces 36 años de edad demostró que estaba lejos de estar terminado.
Mi sospecha es que Brady usa este tipo de lanzamientos fuera de rango para terminar las jugadas sin riesgo a una captura o intercepción. Su tasa de intercepciones y capturas han sido por encima del promedio en cada uno de sus últimas 17 temporadas como titular. Con Brady teniendo poca fe en sus receptores no llamados Julian Edelman para hacer recepciones apretadas y el 28.4 por ciento de sus objetivos yendo a jugadores que no estaban en los Patriots la temporada anterior, probablemente Brady jugaba para sobrevivir otra oportunidad u otra posesión más a menudo de lo que lo habría hecho si Gronk estuviera en la ecuación.
¿Preferirías que Brady tuviera una tasa más baja de objetivos fuera de rango? Claro. ¿Creo que la tasa fuera de rango del 2019 es prueba de que cayó drásticamente? Teniendo en cuenta lo eficaz que ha sido teniendo una tasa similar de objetivos fuera de rango en años pasados, no lo creo.
Por otro lado, ¿una de las razones por las que bajaron los números de Brady tuvo que ver con los pases que soltaron sus receptores? Sabemos que no estaba emocionado con su cuerpo de receptores, y 3.9 por ciento de sus pases del 2019 fueron dejados caer, la séptima cifra más alta de la liga.
Tanto los receptores importantes como los no importantes no ayudaron a Brady en el 2019. Julian Edelman, quien fue el objetivo de sus envíos en 156 ocasiones, registró una tasa de incompletos del 5.8 por ciento (según ESPN, sus nueve pases incompletos fueron dos más que cualquier otro receptor). Mohamed Sanu, Jakobi Meyers y Josh Gordon superaron cada uno el 4.3 por ciento. Matt LaCosse dejó caer dos de sus 19 objetivos y Sony Michel dejó caer tres de sus 20 intentos, dos de ellos en zona roja.
Aquí hay una gran conversación sobre cuánta culpa en relación a los pases incompletos debe de ir a los mariscales de campo en lugar de los receptores y qué tipo de pases son más propensos a caer, pero voy a dejar esa conversación para otro día (en términos de la tasa de pases incompletos entre un año y otro, los quarterbacks son en realidad más consistentes que los receptores, aunque ninguno es muy predictivo). La tasa de balones incompletos de Brady pudo haber sido alta en relación al resto de la liga, pero no fue particularmente notable para el jugador de 42 años. Brady ha registrado en cuatro ocasiones una tasa de pases incompletos del 5 por ciento o más en la última década, incluyendo una marca de 7.7 por ciento en el 2010, cuando Gronkowski era un novato y su mejor receptor Wes Welker estaba saliendo de una ruptura de ligamento en la rodilla. Una vez más, aunque los pases dejados caer fueron un problema, no eran suficientes para hacernos pensar que Brady estaba terminado.
Durante muchos años, los Patriots eran un problema para los rivales en pases con engaño de carrera. Como le gusta resaltar al analista Matt Bowen, los Pats son uno de los pocos equipos en la liga que comúnmente ponen a un guardia como parte de sus engaños de carrera para confundir a los apoyadores. Por supuesto que uno de los objetivos más comunes era Gronkowski en una ruta cruzada, y sin Gronk como bloqueador o receptor, los engaños de carrera bajaron en el 2019.
Brady generó su peor índice de pasador de la última década en engaños de carrera; aunque 93.8 no es horrible, el promedio en el índice de pasador de la liga en ese tipo de jugadas fue de 105.5. Cayó del N° 10 al N° 24 en índice de pasador en esas jugadas. Sin embargo, sólo como referencia, aquí está el desempeño de Brady en engaños de carrera comparado con temporadas del pasado reciente:
La temporada B es el 2017, cuando Brady ganó el Premio al Jugador Más Valioso. Su desempeño en jugadas de engaño de carrera esa campaña fue prácticamente idéntico a lo que vimos el año pasado, y eso fue con 14 juegos de Gronkowski y un juego terrestre funcional cortesía de Dion Lewis. Los números estaban aún más parecidos previo a la Semana 17, cuando Brady lanzó una extraña intercepción devuelta para touchdown a Eric Rowe. De cualquier manera, Brady fue tan bueno en engaños de carrera en el 2019 como en su temporada de Jugador Más Valioso, así que no es que el engaño de carrera lo estuviera arrastrando a la mediocridad.
Algunos de estos argumentos fueron ciertos, pero al grado que debió haber impulsado un declive drástico en el desempeño de Brady. No estoy seguro si esto siquiera sea verdad. La definición de la NFL de pases profundos es de lanzamientos que viajan 16 o más yardas. Brady marcó un índice de pasador en esos lanzamientos de 97.6, la quinta mejor marca en la última década y prácticamente idéntica a su marca del 2017 cuando fue Jugador Más Valioso (96.2). Completó 40 pases profundos en 16 juegos, lo que está en línea con su promedio por temporada completa. Incluso con la falta de un receptor de renombre en la plantilla capaz de estirar el campo, estuvo en su forma habitual en pases profundos la campaña pasada.
Esto es un hecho. Brady marco su segundo peor índice de pasador en la zona roja de la última década (91.3) en el 2019. Su índice total de pasador fue sólo del 20.5, que es menos de la mitad de su mínimo en la década anterior, con 49.4, y la tercera peor marca en la liga. Solo Andy Dalton y Mason Rudolph fueron peores. Eso es fuera de lo común para Brady y puede ser un problema serio si sigue así.
Claro que Brady extrañaba a Gronk, y la amenaza que representaba en la zona roja. Casi la mitad de sus objetivos dentro de la yarda 20 fueron a Edelman o James White, y lanzó sólo siete pases a sus alas cerradas. Su promedio de pases en la zona roja viajaba solo 3.5 yardas en el aire. Esta también es la marca más baja de su carrera y una de las más bajas de la última década.
Sin embargo, al mismo tiempo, el desempeño en la zona roja es inconsistente año con año. Brady debería ser mejor dentro de la 20 en el 2020.
Esto fue cierto, pero otra vez, no fue en realidad diferente a las temporadas anteriores. Brady marcó un índice de pasador de 82.3 ante las cargas. Aunque fue su peor marca de la última década, su índice de pasador fue 84.3 en el 2017 y de 86.5 en el 2018. Y se podría pensar que fue presionado más frecuentemente atrás de una línea ofensiva con dificultades en el 2019, pero en realidad fue presionado mucho más en el 2018 (36 por ciento) que en el 2019 (29.2 por ciento).
Esto es más preocupante. Brady marcó un índice de pasador de 42.5 y un índice total de pasador de sólo 7.1 cuando fue presionado la temporada pasada. Ambas marcas fueron sus peores de la última década. Todos tienen dificultades cuando son presionados, pero Brandy se ubicó en la posición N° 28 en índice de pasador y 25to en índice total de pasador cuando fue incomodado la campaña pasada. Se colocó en el luegar N° 10 en índice de pasador y quinto en índice total de pasador ante la presión en el 2018.
Brady ha tenido malas temporadas bajo presión anteriormente. En el 2013, marcó un índice de pasador de 51.7 y un Índice total de pasador idéntico de 7.1 ante la presión. Sin embargo, con Brady jugando a una edad sin precedentes para un quarterback de alto nivel, es natural estar preocupado por su habilidad de manejar la presión. Sabemos que tiene experiencia e instintos para diagnosticar las cargas antes de que inicie la jugada y seguir sus progresiones rápidamente después de recibir el centro. Los grandes mariscales de campo como Brady pueden sobrevivir ante la presión a pesar de la falta de velocidad sabiendo dónde pisar dentro de la bolsa de protección para escapar de la presión temporalmente. Sin embargo, en algún momento, va a bajar su velocidad hasta el punto donde no pueda moverse efectivamente dentro de la bolsa. No estoy seguro de que el 2019 haya sido ese momento, pero tampoco podemos descartarlo.
El problema, al final del día, no fue que Brady fuera malo en zona roja o que tuvo dificultades ante la presión o si lidió con muchos balones dejados caer. El problema fueron todas esas cosas. Pueden suceder uno o dos de esos escenarios y aun tener una gran temporada. Los receptores de Dak Prescott tuvieron el porcentaje de balones dejados caer más alto de la liga. Ryan Tannehill fue el N° 27 en índice de pasador de la liga en zona roja. Pero no puedes sobrevivir mientras tienes dificultades en cada una de esas áreas como para tener una gran temporada.
Por supuesto que es justo preguntarse si el rendimiento y talento de Brady disminuyó a un punto donde estaba por debajo del promedio en cada uno de esas categorías. No sabremos con seguridad hasta que lo veamos en el campo en el 2020, pero mi sospecha de observarlo de cerca antes y después de que mi artículo fuera publicado en diciembre, sigue siendo que él no era el principal culpable. Los Patriots pasaron de un ala cerrada con calibre de Salón de la Fama a un jugador de nivel en la posición, iniciaron con un agente libre como tackle izquierdo por la mayoría de la temporada, a un centro de segundo equipo por toda la campaña, y terminaron la campaña con Edelman y Sanu, comúnmente las mejores dos armas de Brady, jugando con lesiones evidentemente limitantes. El Brady de antes pudo haber sido capaz de arrastrar a ese equipo en una larga carrera en la postemporada, pero este fue el peor grupo de talento alrededor de Brady que hemos visto desde el 2006, cuando Reche Caldwell, Doug Gabriel y Troy Brown eran sus mejores receptores.
Brady va a tener mejor grupo de receptores en Tampa Bay del que tenía en New England en el 2019. Mike Evans y Chris Godwin cubrieron muchos de los errores de Winston las últimas campañas. Brady es mucho mejor tomando decisiones que Winston. Evans y Godwin son el tipo de receptores que hacen que un quarterback se sienta cómodo lanzando un balón de 50-50 cuando nada se está desarrollando (podrían haber hecho que Winston se pusiera muy cómodo). Brady no tenía a un receptor así en New England, aun cuando extrañe la agilidad de Julian Edelman.
Con rumores que sugieren que Brady quiere jugar con Antonio Brown, la ex estrella de los Pittsburgh Steelers teóricamente podría unirse a los Bucs y hacer la función más parecida a la de Edelman en la plantilla. Brown ya vive en las afueras de Miami, aunque sigue bajo la investigación de la NFL y podría ser sujeto a una suspensión.
Con la posibilidad de Brown a un lado, puedo argumentar que las mejoras en la posición de ala cerrada podrían ser más significativas para Brady. Con Cameron Brate y O.J. Howard, Brady tiene dos grandes cuerpos que podrían servir como objetivos viables en zona roja. Brate parecía construir una conexión con Winston en la zona roja. Aunque Howard pasó todo el 2019 en la lista negra de Bruce Arians, hay pocas alas cerradas en la liga con su combinación de tamaño y velocidad. Brady va a ir posiblemente de la peor situación de ala cerrada de la liga a una de las mejores. Una de sus tareas más importantes será poner a Howard en el lado bueno de Arians.
Por el otro lado, me preocuparía por la capacidad de Tampa de proteger a Brady de la presión en las esquinas. El interior de la línea de los Bucs, con el centro Ryan Jensen y los guardias Ali Marpet y Alex Cappa, es uno de las mejores de la liga. Marpet, en particular, es uno de los jugadores más subestimados de la NFL, incluso para los estándares de linieros ofensivos.
El tackle es otra historia, Donovan Smith ha sido promedio o por debajo de la media en su carrera, aunque en el 2019 tuvo una temporada competente, con Smith ubicándose en el lugar N° 30 entre los tackles en la medición de éxito en bloqueo de pase de ESPN. El tackle derecho Demar Dotson se colocó en el puesto N° 25, pero el titular cometió 10 castigos y fue sancionado cinco veces por sujetar. Dotson es agente libre y no hay un reemplazo evidente para el jugador de 34 años.
Brady tuvo dos bajas en sus linieros ofensivos titulares por la mayor parte del 2019, el tackle izquierdo Isaiah Wynn y centro David Andrews, aunque los Pats fueron capaces de reemplazar a este último con Ted Karras. Acudieron al agente libre Marshall Newhouse para reemplazar a Wynn con distintos resultados. Smith probablemente sea una mejora sobre Newhouse, pero un Wynn sano es mejor que cualquiera de estos jugadores. En este momento, los Bucs no tienen ni una pizca de tackle derecho.
Mi primer instinto cuando pensé en Brady vinculándose a Arians es que no encajarían a la perfección el quarterback y el entrenador. ¿Por qué? Permítanme explicarlo en una gráfica. Esto muestra cómo se han ubicado la ofensiva de Arians, tanto como la de los Patriots de Brady, en términos de porcentaje de yardas por aire por intento desde que Arians asumió como coordinador ofensivo de los Steelers en el 2007. En otras palabras, estamos viendo qúe tan lejos los equipos de Brady han lanzado el balón contra los quarterbacks de Arians:
En nueve de las últimas 11 temporadas como la persona a cargo de la ofensiva, Arians ha liderado uno de los tres ataques aéreos más profundos de la NFL. Brady y los Patriots se colocaron una vez dentro del top-10 en ese lapso de tiempo. Todos los que leen esto han visto a Brady jugar quarterback. Creo que es un adecuado lanzador profundo en este punto de su carrera, pero no se acerca a su estilo de juego lanzar el balón 10 yardas por intento. Con un grupo que incluye a Ben Roethlisberger, Andrew Luck, Carson Palmer, Drew Stanton y Winston, Arians ha instruido a sus quarterbacks a lanzar misiles como ningún otro entrenador. Arians es, "no hay riesgo, no hay premio". Brady típicamente encuentra una manera de conseguir el premio sin arriesgar mucho en absoluto.
¿Creo que Arians le entregará a Brady el libro de jugadas de los Bucs del 2019 y le dirá que a vaya a estirar el brazo para el otoño que viene? No. Es demasiado buen coach para eso. Mi sospecha es que veremos algunos de los conceptos de engaño de carrera que Brady amaba en New England integrados en el ataque de Arians. El entrenador de 67 años instalará un juego más rápido para utilizar las fortalezas de Brady para deshacerse del balón de forma rápida y con precisión a los receptores.
Tanto los Patriots como los Buccaneers jugaron con formación sin corredor más de 100 veces en el 2019, ubicándose entre los 10 mejores equipos de la liga en hacerlo. Tanto Arians como el coordinador ofensivo de New England, Josh McDaniels, les pidieron a sus quarterbacks hacer pases rápidos y precisos en esos escenarios. Brady estará mejor de lo que Winston estuvo en el 2019. Después de todo, sí, creo que veremos a Brady lanzar pases largos con más frecuencia con los Bucs de lo que lo hacía con New England. No veremos la ofensiva de McDaniels exportada a Tampa o la ofensiva de Arians impuesta sobre Brady, pero sí veremos una incorporación de las fortalezas de ambos.
Brady cambia el futuro a corto y largo plazo de la franquicia de los Bucs. Instantáneamente una organización que se ubicó en el lugar N° 31 en asistencia como local en el 2019 puede esperar que vuelen sus boletos de esta temporada. Venderá un número inimaginable de jersey de Brady cuando lace sus nuevos uniformes esta temporada. Si el nuevo uniforme no incorpora el clásico diseño, los Bucs también le van a vender a tu papá y a todos sus amigos el jersey retro de Brady. El actual desembolso por Brady se va a pagar por si solo en un abrir y cerrar de ojos.
En el largo plazo, incluso si Brady no se queda por mucho tiempo, los Buccaneers van a atraer atención nacional por primera vez en casi dos décadas. Si Brady es capaz de llegar lejos en la postemporada o ganar un Super Bowl, este equipo ganará fanáticos alrededor del país que nunca le habrían puesto atención a Tampa.
Los Bucs también deberían ser de interés para agentes libres veteranos que quieren una oportunidad de jugar con uno de los mejores quarterbacks de todos los tiempos mientras tienen la oportunidad. No queda mucho en el mercado de agentes libres para las necesidades ofensivas restantes de Tampa, pero después que los recortes del 1° de junio aparezcan, este equipo debería de estar a la cabeza de posibles adiciones en la posición de corredor y tackle derecho. Esperaría que los Buccaneers usen la selección global N° 14 del draft en una solución para tackle si no pueden encontrar uno antes. Por ahora, Germain Ifedi de los Seattle Seahawks es el mejor jugador disponible en el mercado.
Los jugadores defensivos no podrán jugar con Brady, pero otra vez, esperaría que los veteranos por lo menos le den al equipo una segunda mirada. Tampa usó la etiqueta de jugador franquicia en Shaquil Barrett y firmaron a Jason Pierre-Paul, pero parece que necesitan sumar un reemplazo para el agente libre Ndamukong Suh y el ala defensiva Carl Nassib, que firmó con los Raiders. Los Bucs son de repente uno los lugares más atractivos de la NFL, debido a su manejo libre de impuestos sobre la renta de Florida y la presencia de Brady en la plantilla.
A los gerentes del Fantasy Football que tienen a Evans o Godwin en una liga probablemente se les quemen las habas con la idea de canjear a Winston por Brady. Yo no estaría tan seguro. Primero que nada, como mencioné, esperaría que Brady esté lanzado profundo con mucho menos frecuencia de lo que lo hacía Winston en el 2019. Winston genero 6,341 yardas por aire hace una temporada. Aunque Brady lanzó 13 intentos menos que su predecesor, esos lanzamientos produjeron 4,371 yardas aéreas. No habrá tantas jugadas grandes para repartir entre dos de los ataques profundos más devastadores de la liga.
Mientras que Brady sí lanzó un gran número de pases en el 2019, no esperaría que los Bucs tengan tantas oportunidades de lanzar el balón esta temporada. Debido a la agresividad de Winston y la efectividad de la defensiva, Tampa pudo acumular 194 posesiones. Eso es cuatro veces más que cualquier otro equipo y 19 más que el promedio de la liga con 173. Los Patriots, que tuvieron dificultades en la ofensiva y una defensiva dominante, ejecutaron 185 posesiones, la tercera marca más alta de la liga.
Suponiendo que los Bucs son más efectivos con Brady en el timón y tienen series más largas, esperaría que el total de posesiones de Tampa retroceda hacia la media en el 2020. Si los Bucs están ganando en el último cuarto, es más probable que corran el balón con más frecuencia de lo que lo hicieron en el 2019, lo que significaría menos oportunidades para los receptores. Evans y Godwin fueron unos monstruos en fútbol americano de fantasía al final de los partidos, pero los Bucs no deberían estar tratando de regresar con tanta frecuencia esta temporada. Además, solo cinco de las 33 anotaciones de Winston la temporada pasada fueron a alas cerradas; se espera que ese número aumente con Brady.
Sí, los Buccaneers son capaces de ganar un Super Bowl con Brady. Aunque terminaron en el lugar N° 29 en puntos permitidos la temporada pasada, fueron la quinta mejor defensiva según Football Outsiders. Tampa se enfrentó al calendario más complicado de ofensivas rivales, heredó la peor posición de campo la temporada pasada de Winston y se vio obligada a defender 189 posesiones, empatados por la mayor cantidad. Winston también lanzó siete intercepciones devueltas para touchdown, que cuentan contra los puntos permitidos por la defensiva. Brady ha lanzado seis intercepciones devueltas para anotación en los últimos 10 años, aunque su último pase como Patriot fue una intercepción devuelta para touchdown por Logan Ryan.
Según Football Outsiders, los Bucs fueron una excelente defensiva con un ataque por debajo de la media y terribles equipos especiales. Sus patadas de salida mejoraron mucho la temporada pasada con la adición de Matt Gay, pero el novato aún estaba por debajo de la media. También batallaron en devolver patadas o patadas de despeje de manera efectiva, con T.J. Logan luchando en ambos roles. Este es un lugar donde el equipo puede mejorar la plantilla de manera discreta en las semanas y meses por venir.
La división de Brady será sin duda más difícil con Tampa Bay. Los Bills le dieron a los Patriots un par de sustos la temporada pasada, pero los Dolphins se estaban hundiendo y los Jets estaban en las mismas. Los Carolina Panthers parecen estar en medio de un periodo de transición en el primer año de la era de Matt Rhule, sin embargo, los New Orleans Saints fueron el cuarto mejor equipo de la liga en el 2019 y prácticamente idénticos a los Patriots. Fueron cómodamente mejores que los Bucs, y no estoy seguro de que Brady sea suficiente para hacer una diferencia. Los Atlanta Falcons, incluso dados los problemas de su defensiva, son una amenaza más peligrosa de lo que fueron Jets y Dolphins.
Tampa también tendrá ocho partidos contra el NFC Norte y la AFC Oeste, incluyendo un juego en casa ante los campeones del Super Bowl, Kansas City Chiefs. Si Brady puede mejorar la ofensiva para ser del top-10 y evita dejar a la defensiva en situaciones comprometidas cada semana, los Bucs deberían de ser suficientemente buenos para superar algunas regresiones defensivas y llegar hasta la postemporada. Proyectan para terminar en el rango de 10-6 para el 2020.
En general, cada vez que le puedes agregar un quarterback con calibre de titular sin necesidad de renunciar a capital en el draft, es un buen movimiento. El peor escenario es algo como la situación de Brock Osweiler con Houston hace un par de años, y los Texans fueron capaces de salir de esa situación usando capital en el draft después de una temporada desastrosa. Los Bucs perderán una selección compensatoria por adquirir a Brady a pesar de perder a Ndamukong Suh, pero el mejor quarterback en su plantilla antes de este viernes que se oficializó la llegada de Brady era Ryan Griffin.
Es justo esperar que Brady ha disminuido del jugador que era hace cinco años o incluso hace dos años. También es imposible separar cuánto ha bajado de nivel de la infraestructura que cayó a su alrededor en el 2019. No hay datos sobre cómo se debe ver o cómo debe envejecer un quarterback titular de 43 años. Brady podría caer precipitadamente y estar desempleado para el final de la temporada. También podría dar otro paso hacia adelante y verse como el hombre que era suficientemente bueno para ganar un Super Bowl hace 14 meses.
Poniéndote en los zapatos de Arians, ¿habría una opción sin defectos en el mercado? Winston es una montaña rusa sin fin. Ryan Tannehill nunca llegó al mercado. Philip Rivers también bajó su nivel durante la segunda mitad del 2019. Las únicas repeticiones efectivas de Teddy Bridgewater desde que sufrió una seria lesión en la rodilla vinieron en el paraíso de quartbacks que son los Saints. El currículum de Andy Dalton como un diferenciador es de una temporada con una excelente línea y grandes armas en el 2015. Cualquier otro veterano disponible no se perfila como titular y como un entrenador que en octubre cumple 68 años, Arians no tiene tiempo para desarrollar a un mariscal de campo novato. No estaba siquiera claro que los Bucs pudieron estar en posición para seleccionar a uno en la posición N° 14.
De los quarterbacks que estaban disponibles para los Buccaneers, Brady tiene el piso y techo más alto a corto plazo. Por cualquier beneficio fuera del campo que Brady le pueda ofrecer al equipo, ningún acuerdo de agente libre que se haya firmado va a mover a su equipo tan cerca del Super Bowl como Brady a los Bucs. Incluso si falla miserablemente, este equipo tuvo la oportunidad de firmar al mejor quarterback de todos los tiempos para llenar una enorme posición de necesidad en la plantilla.