MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) ha recuperado los míticos chapines de rubíes de 'El mago de Oz'. Los zapatos rojos que llevaba Dorothy, el personaje protagonista del filme interpretado por la actriz estadounidense Judy Garland, fueron robados de un museo hace 13 años.
La agencia estadounidense ha indicado que los zapatos color rubí, uno de los cuatro pares que Garland utilizó durante el rodaje del clásico de 1939, que formaban parte de una colección en honor a Garland, han sido recuperados en la localidad de Mineápolis, en el estado de Minnesota, lugar de origen de la actriz, según ha informado el diario local 'Star Tribune'.
El FBI, que ha señalado que "los zapatos de Dorothy son una pieza valiosa de la cultura estadounidense", ha pedido ayuda a la población para identificar a los sospechosos, que estarían relacionados con el robo y que habrían intentado extorsionar a los propietarios de los zapatos con los que Dorothy recorió el camino de baldosas amarillas en el filme dirigido por Victor Fleming.
"Esperamos que la gente nos pueda ayudar a completar este rompecabezas para llevar ante la justicia a aquellos que estuvieron detrás del robo", ha indicado Jill Sanborn, agente a cargo de la oficina del FBI en Mineápolis.
Medios locales afirman que los zapatos fueron sustraídos del Museo Judy Garland, en Grand Rapids, Minnesota, en un robo registrado la noche del 27 de agosto de 2005 y que duró menos de un minuto.
Según el FBI, los zapatos llevaban desaparecidos 13 años a pesar de la exhaustiva búsqueda realizada por las fuerzas de seguridad, que registraron incluso varias minas abandonadas.
En 2015, un aficionado anónimo de la película ofreció una recompensa de 1 millón de dólares por su devolución. El Departamento de Policía de Grand Rapids solicitó la ayuda del FBI en 2017 en el marco de una trama de extorsión registrada contra la empresa Markel Corporation, dueña de los zapatos.
Los chapines de rubíes han sido enviados al Museo Nacional de Historia Estadounidense, que es administrado por el Instituto Smithsoniano en Washington, donde varios conservadores han confirmado que se trata de los zapatos robados.