Un suelo de tarima flotante necesita cuidados especiales a la hora de limpiarlo. Este material está muy de moda en la actualidad, además queda genial y da un ambiente muy acogedor a tu hogar, pero es mucho más sensible que otros suelos.
De este modo, la limpieza de la tarima flotante requiere de cierto esmero con los productos que se utilizan. Por ello, te mostramos cómo limpiar este tipo de suelo para que quede perfecto, luzca siempre como nuevo y dure muchos años en buen estado. ¡Acompáñanos!
El suelo de tarima flotante es una superficie de madera que puede instalarse sobre un suelo base y ofrece un aspecto muy atractivo y natural a cualquier estancia. No obstante, como te hemos indicado, son suelos delicados.
Aunque es cierto que, en la actualidad, los suelos de tarima flotante están hechos con madera tratada para que sean más resistente y no se estropeen con el paso del tiempo. Sin embargo, a pesar de que el suelo de tarima flotante no es tan exigente como el parquet, tendremos que seleccionar muy bien los productos que utilicemos para la limpieza del hogar.
En cualquier caso, no te preocupes, pues cuidar estos suelos no es tan complicado como parece. Si sigues las siguientes recomendaciones, puede durarte muchos años en perfecto estado. ¡Descubre cómo proceder a la limpieza de la tarima flotante!
Entrar con el calzado de la calle, el polvo que se va acumulando, las migas y otros restos de alimentos, los líquidos derramados y también la propia humedad, podría acabar estropeando nuestro suelo de tarima flotante.
Lógicamente es un suelo, y puesto que se ensucia, tendremos que fregarlo cuando hagamos la limpieza del hogar. Ahora bien, debes hacerlo de manera correcta para no dañarlo, así que presta atención a estos consejos.
Cuando vayas a ponerte con la limpieza de la tarima flotante, no la mojes en exceso. Si utilizas una fregona, escúrrela bien. De lo contrario, el suelo podría terminar pringoso, pegajoso y deslucido. De hecho, incluso es probable que aparezcan manchas opacas frente a un exceso de humedad.
Al igual que la humedad, el sol también es muy perjudicial para un suelo de tarima flotante. Como ocurre con el parquet, el sol se comerá el color, así que ten mucho cuidado con la exposición al sol de manera reiterada o prolongada de estos suelos.
En caso de que tengas tarima mucho tiempo y ya le haya dado el sol, habrás comprobado que el color se ha perdido en las zonas donde da de forma directa. Para solucionarlo, puedes colocar cortinas y evitarás la incidencia de los rayos solares.
Descalzarse antes de entrar a casa, como hacen los orientales, tiene su sentido. Y es que podemos entrar de todo en nuestros zapatos, como bacterias y mucha suciedad. Por este motivo, sobre todo si tienes un suelo de tarima flotante, lo ideal es entrar sin el calzado o usar alfombras para limpiarlo antes de entrar.
No obstante, si ya pisaste con los zapatos sucios, no te demores con la limpieza de la tarima flotante en caso de haberla manchado. Cuanto más tardes en hacerlo, más te costará eliminar la mancha, algo que puede desembocar en el desgaste prematuro del suelo.
A continuación, te ofrecemos los pasos que debes seguir para la correcta limpieza de la tarima flotante:
Durante la limpieza del hogar, si has terminado con el suelo de tarima flotante, ha llegado el momento de sacarle brillo. Para ello, no será necesario recurrir a productos abrillantadores, pues lo único que harían es ensuciarlo más.
Lo mejor es apostar por el vinagre de manzana, que además es barato y podrás encontrarlo sin dificultad. De este modo, lo único que tendrás que hacer es aplicarlo justo después de fregar el suelo.
Para ello, llena el cubo con agua caliente y un buen chorro de este vinagre. Moja la fregona en la mezcla y pásala por toda la superficie. Recuerda hacerlo en la misma dirección de las tablas de madera, y haz especial hincapié en las que tengan menos brillo.
Por último, este mismo método también podrás utilizarlo para limpiar cualquier tipo de suelos de madera, como el parquet.
En resumen, la mejor forma de mantener tu suelo de tarima flotante en buen estado por más tiempo es poner protectores en las patas de sillas y mesas, utilizar alfombras, limpiarlo de forma correcta, quitarte los zapatos antes de entrar y tener cuidado con los agentes externos.