Las zapatillas de MTB son uno de los aspectos más personales e importantes de nuestro vestuario. Sin embargo, hay bikers que guían su elección en base a marcas o diseños, lo que es un craso error. En el proceso de elección de unas zapatillas hay que tener en cuenta muchos parámetros, algunos de ellos cruciales para nuestra comodidad.
La mayor parte de las zapatillas de ciclismo tiene un diseño universal que las hace aptas a todo el mundo, sin embargo, hay otras en las que la puntera (o toda la horma) es más estrecha, o marcan más el puente, o el talón… En definitiva, pequeños detalles que pueden beneficiarnos, no lleguen a molestarnos o pueden hacer que nos resulten muy incómodas.
Elegir una zapatilla incorrecta nos provocará roces, dolores o una excesiva presión en determinados puntos del pie, haciendo que las rutas se conviertan en un calvario. Por eso no debemos dejar al azar, o al simple gusto por el diseño, la elección de nuestro calzado.
El primer factor, evidentemente, nos lo marca el presupuesto. En el mercado encontramos grandes zapatillas por precios más ajustados y modelos con unos precios más elevados y con prestaciones dignas de la Copa del Mundo. Así que lo primero que debemos marcar es el dinero que nos podemos gastar.