Nicole McLaughlin coronada por obra y gracia de los súbditos de Instagram como reina del upcycling —un neologismo nacido de dos conceptos: por un lado el de reciclar (recycling) y por otro mejorar lo que ya tienes (up)—, reimagina los usos de productos y materiales existentes y los convierte en algo nuevo y loco. Desde prendas y calzado hasta accesorios, el resultado es un original catálogo de diseños innovadores y vanguardistas.
Y es que Nicole McLaughlin ha transformado guantes de cocina en abrigos, guantes deportivos en chaquetas, tubos de pasta de dientes ensandalias y hasta croissants en sujetadores. El upcycling tiene su término equivalente en castellano: suprareciclaje o reutilización creativa. Que no es más que el aprovechamiento de productos, materiales de desecho o residuos para fabricar nuevos items de mayor calidad, mayor valor ecológico y como no, mayor valor económico. Pues de eso hablamos con Nicole, porque donde otros ven basura, ella ve oportunidades.
Viendo tu trabajo, la sostenibilidad no tiene por qué ser aburrida. Vivir de forma más sostenible: consumo responsable, no generar basura o reciclar, ¿contribuyes a estas actitudes?
Nicole McLaughlin: Aunque sean visualmente diferentes, todas mis piezas comparten el mismo mensaje: la sostenibilidad. Me alegra cuando alguien me dice que le gustan porque el mensaje es vivir de forma más sostenible, abordando el consumo, los residuos y el upcycling, Todas estas cosas están presentes, y se den cuenta o no, ven materiales utilizados de una manera nueva, pero también ven el potencial de lo que podrían hacer ellos mismos.
¿Cuál fue la primera cosa que suprareciclaste?
Nicole McLaughlin: Pues fue el papel de seda de una bolsa de Dover Street Market que convertí en una camisa abotonada; aunque esta primera vez no era una prenda ponible. Por aquel entonces no sabía coser, lo unía todo con grapas. En ese momento inicial era más importante ver cómo se construían las cosas y conseguir que laspiezas fueran al menos funcionales, si no llevables. Tengo que decir que todavía tengo algunos prototipos que no han visto la luz.
¿Y cómo empezó tu afición por el upcycling?
Nicole McLaughlin: Llevo un par de años dedicándome a esto. Todo surgió cuando trabajaba para Reebok como diseñadora gráfica. Siempre he sido consciente de la sostenibilidad y el reciclaje, pero no fue hasta que trabajé en el sector que fui consciente de la gran cantidad de desperdicio, era imposible de ignorar. Pienso que es un problema endémico de la industria y debe abordarse. Estaba rodeada por montones de muestras y productos y me hizo plantearme la cantidad de cosas que fabricaba la marca, y que es lo que pasaba con las sobras. Así que un día, sentada en mi escritorio, pensé en cortar piezas y trastear con ellas para realizar un de proyecto personal. Como diseñadora, siempre tuve curiosidad por saber cómo se hacían las cosas, así que comencé a desmontar y a rehacer piezas de forma diferente. Poco después empecé a buscar y comprar cosas de segunda mano que también pudiese rehacer. Como estaba comenzando no quería pedir rollos de tela nuevos, así que intentaba encontrar cosas que tuvieran manchas o agujeros y que iban a ser desechadas.
¿Qué hace que un artículo sea susceptible de ser reciclado?
Nicole McLaughlin: Pues debe tener lo máximo posible, es decir, muchos bolsillos, cintas reflectantes, cremalleras, tiradores, etc. Cuanto más tenga, más se podrá aprovechar. Definitivamente sacar el máximo partido es uno de los principios del upcycling. Incluso suelo utilizarlo para varios proyectos. El tema es desmontarlo para construir a partir del desmontaje. También me encantan los adornos. Es una de mis cosas favoritas. Cada vez que compro cosas de segunda mano, busco algo diferente, un día será un color, al siguiente un material de vellón o similar. También busco cosas extrañas. Cosas en las que la gente no se suele fijar. Intento ser consciente y no escoger piezas que podrían ser de primera necesidad para otros. Me interesan las que tengan un desgaste muy visible. Los sombreros y los gorros también, la gente piensa que es sucio, pero lo uso para zapatos o similar.
Desde un sujetador hecho con croissants, unas sandalias con tiras de bolsas de IKEA, un abrigo con guantes de goma, hasta un beani de Carhartt realizado con pan. ¿Están todas tus piezas adaptadas para ser usadas?
Nicole McLaughlin: Ahora pregunto yo, ¿podrías llevar un abrigo hecho con guantes de fútbol viejos o usar un sombrero hecho de pan? No veo por qué no. ¿Estos artículos han sido creados con un propósito específico en mente? Sí. Se trata de alterar las nociones sobre la utilización de ciertos materiales, pero también el potencial de uso de los residuos. La cuestión es por qué se tiran determinados artículos en lugar de otros. ¿Cómo se asigna valor a los residuos?
Ciertamente. Casi todo el mundo habla de que eres una diseñadora que utiliza la deconstrucción. Yo creo que eres además sacas los materiales de su contexto habitual. Me parece súper innovador el hecho de que los descontextualices, es la primera vez que veo un caso tan convincente…
Nicole McLaughlin: Pues yo no creo que saque los materiales en sí de su uso original. Se trata más bien de crear un lenguaje tácito en el que, visualmente, se sabe lo que estoy diciendo, aunque nadie lo ha presentado de esta manera. Consigo transmitir la familiaridad del material en sí, pero el propósito para el que fue diseñado evoluciona. Y tenemos que ser capaces de hacerlo si queremos encontrar soluciones.
¡Desde luego que sí! Cuando en el mundo del consumo se detecta una necesidad —por ejemplo, un mando a distancia para la televisión, para no tener que levantarse cada vez que se cambia de canal— se encuentra una solución a través del diseño. El diseñador es el enlace entre la industria/ingeniería, la visión artística y el consumidor. ¿Eres una “solucionadora” de problemas?
Nicole McLaughlin: Mis cosas pueden considerarse divertidas, pero me gustaría pensar que sí soy una “solucionadora” de problemas. Intento constantemente encontrar soluciones para reciclar los residuos y mantenerlos fuera de los vertederos. Y aunque hago las cosas a mano, sé que otros ven lo que hago y lo siguen. No tengo formación y soy autodidacta, y creo que eso les da esperanzas.
El lema “form follows function”, es decir la función prima sobre la forma, es piedra angular del diseño desde sus inicios como disciplina propia. ¿Qué es lo primero para ti?
Nicole McLaughlin: Tanto si se trata de productos para llevar puestos, como si son comestibles o cosas para el hogar, la funcionalidad es vital en mis creaciones. Mi proceso empieza por el material y por ver el potencial de lo que puede ser. Se trata de hacer que sea natural, pero también de saber donde están los límites. Me excedo en la funcionalidad porque si algo pierde su utilidad, algunos dirían que no tiene propósito. Intento darle tantas oportunidades de ser útil como sea posible.
Más lemas: ¿”Less is more/menos es más” ó “less is bored/menos es aburrido”?
Nicole McLaughlin: Depende de lo que quieras hacer y de lo que quieras decir.
¿Como comienzas tu proceso creativo?
Nicole McLaughlin: Primero parto de que todo es posible o nada es imposible. Cuando veo una tela o un artículo para reelaborar, siempre dejo el proceso muy abierto. Muchas veces pongo las piezas delante de mí y sueño un rato. Me pasa mucho antes de dormirme. Antes de la pandemia me gustaba ir a ciegas a las tiendas de segunda mano o de beneficencia y hacerme una idea de los materiales y los objetos, porque eso también despierta la inspiración. Para mí es esencial dejar espacio al comienzo de un proceso creativo.
Colaboraciones con marcas comerciales comoCrocs, Russell Athletic, Arc’teryx’s, ¿cómo empezó?
Nicole McLaughlin: Sinceramente, muchas son casi casualidades, me considero increíblemente afortunada en ese sentido. Eso no quiere decir que no me rompa el culo e intente hacerlo lo mejor posible. Es muy divertido el modo cómo surgen algunas de estas colaboraciones. ¡A veces me hace contener la respiración!
¿Qué opinas sobre la alianza entre arte y diseño como artefacto político? Apoyas diferentes causas, como Black Lives Matter. ¿Te gustaría convertirte en una diseñadora-activista?
Nicole McLaughlin: No soy un activista y nunca utilizaría ese apelativo para describir lo que hago. Para mí, los activistas son expertos y muy dedicados a sus causas. Sí, creo en la sostenibilidad, y sí, mi trabajo crea conciencia y dinero para ayudar a causas que apoyo, pero eso no merece una denotación diferente. Me parece desconsiderado hacerlo, le quita atención a quienes abogan por nosotros; deberíamos escucharlos.
El espíritu de los tiempos, las redes sociales han sido la clave para ti. Cuando revisé tu perfil la primera vez, tenías 650k seguidores. En el momento de publicar esto ha alcanzado 733k, una subida exponencial. ¿Cómo te habrías lanzado sin las redes sociales?
Nicole McLaughlin: Ya tenía trabajo como diseñadora gráfica, así que lo de IG no fue para lanzarme o empezar una nueva carrera. La intención era compartir mi trabajo con los demás, no tenía ni idea de que pasaría esto. Fue completamente imprevisto, increíble y aterrador a partes iguales. No estoy segura de que las cosas se hicieran “virales” hace 25 años —a no ser que se produjeran en masa—, así que, en ese sentido, no creo que yo existiría.
¿Diseñadores de referencia?
Nicole McLaughlin: La verdad es que no tomo referencia de otros diseñadores, pero Eileen Fisher, Tom Sachs y Martin Margiela son algunas personas cuya ética de trabajo admiro.
Tus piezas están hechas con talento, respeto y criterio. ¿Cuál es tu pieza favorita?
Nicole McLaughlin: La zapatilla de voleibol. Siempre diré que es una de mis favoritas. Fue la primera vez que usé un objeto esférico tridimensional con un propósito específico para transformarlo en algo completamente diferente, una zapatilla. Ese momento fue una especie de “eureka” para mí, me dí cuenta de que todo podía ser reelaborado: el balón de voleibol aportaba comodidad, forma y estructura a la zapatilla; cumplía muchos requisitos.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiera empezar con upcycling?
Nicole McLaughlin: Muchos jóvenes tienen ideas, pero piensan que no pueden explorarlas porque no tienen las herramientas adecuadas, titulo de estudios o los conocimientos. Mi consejo es que superen eso y hagan que las cosas sucedan. Si no tienes los conocimientos técnicos, puedes trabajar en el aspecto creativo, incluso puedes usar papel o cartón. La idea es lo más importante. Los tecnicismos y las habilidades pueden aprenderse con el tiempo, o a través de YouTube, etc. También recomiendo no tener miedo de compartir el trabajo y estar abierto a los comentarios porque, ¡todo es posible!
Para terminar, ¿que planes de futuro tienes?
Nicole McLaughlin: Ya sea mañana o dentro de cinco años, mi plan es continuar con lo que estoy haciendo. Aprender, evolucionar y superarme a mí misma para encontrar formas de resolver problemas y ayudar a nuestro futuro.