Las megaestrellas del cada vez más global K-Pop, BTS, entregaron su segunda canción en inglés para celebrar el poder de los ritmos sedosos, las armonías de los rayos de sol, los raps de fiesta y los estribillos para saltar con una alegría tan desprolija que el resto de los temas en los charts de hits te van a parecee monótonos en comparación. “Butter” tiene un ritmo disco super chic, similar a su megahit “Dynamite”, pero donde esa canción trataba sobre su triunfo como grupo, esta les da a cada uno de los siete integrantes de BTS la oportunidad de brillar, y un remix de Megan Thee Stallion, como hermoso bonus.
En “No vayas a la fiesta” Clara Cava podría haber tomado la ruta fácil. Este relato en primera persona, donde su pareja intenta retenerla en casa un fin de semana, pudo haberse convertido en una plataforma para lugares comunes donde fragilidad y fuerza no se implican mutuamente. Pero esta nueva referente del pop autoanalizado, prefiere escuchar, en lugar de antagonizar, a su interlocutor: “Era cuestión de hablar y entendernos un poco”. Las formas de Cava, su identificación absoluta con el baile, son lo suficientemente infecciosas: bajos gigantescos, tres drops, producción de Punga Mtd, hasta un puente rapeado. “Y vos querés que sea/ algo que no soy/ Y que no vaya a la fiesta”, remata ella con convicción. Para el final del track, no solo Cava fue a la fiesta. También su audiencia. B. A.
“Patria y Vida”, el grito de guerra de los cubanos en las manifestaciones en la isla del año pasado, no fue fácil de hacer. Los raperos cubanos Maykel Osorbo y El Funky grabaron sus versos en secreto y los enviaron a sus colaboradores Yotuel Romero, Gente de Zona y Descemer Bueno para mezclarlos en Estados Unidos, tomando unos riesgos que, para muchos, resaltan el peligro de hacer arte disidente en Cuba, especialmente después de que Osorbo fuera detenido en mayo pasado. Seguía en la cárcel cuando “Patria y Vida” ganó la Canción del Año en los Grammy Latinos. El reconocimiento solo reforzó el peso emocional de este himno de protesta.
No cualquier tema lanzado de manera aislada es necesariamente un single con todas las letras. Pero esta canción de Viva Elástico sí que contiene toda la complejidad de un sencillo clásico: aires épicos, pero también melancólicos, producción a todo o nada, una voz invitada estelar como la de Jorge Serrano y hasta cuerdas y autorreferencialidad pop al hablar del volumen, del bajo, de la guitarra, del tempo y del canto. Y, por supuesto, también está ahí ese estribillo coral de diseño que podría repetirse para siempre, pero que la rompe aún más porque justamente no lo hace, forzando más y más plays. Eso es un single. Daniel Flores
Luego de años de haberle dado entidad hi-fi a su costado más intenso, “Mariposa”, el adelanto de su primer disco en siete años, es la carta que Massacre le extiende al mainstream para mostarle su otra cara, la que le prende velas a la Costa Oeste norteamericana de fines de los años 60. Con Gustavo Santaolalla en doble rol de productor y músico invitado, juntos dan forma a un carrusel psicodélico plagado de estimulaciones sonoras en segundo plano. “¿Viste? Tejimos redes que nos unen más”, canta Walas, y la frase suena como una invitación a acostarse en el pasto a contemplar los colores del cielo al costado de un half pipe. J. V.
Mientras todos esperaban la BZRP Music Session con Duki, el productor y el traper más cotizados de la música urbana argentina tenían otros planes: cranear otro feat, que vaya para el disco de Duki, Desde el fin del mundo. Lejos del impacto de un hit bombástico, Bizarrap planta una flauta con aires pretonales y el beat se construye en un midtempo que nunca termina de explotar del todo pero que apoya una melodía con carácter de estadio. Duki, también medido, suelta (no escupe) frases que iban derecho a copy de Instagram: “Llegué a la ciudad y me reciben como si fuera el boss”, “Hoy festejamos si mi equipo salió campeón”.
Nicki Nicole tenía once años cuando NTVG grabó “Nunca más a mi lado”, canción que se usó en una campaña contra la violencia de género en Uruguay. Ahora, a los 21, le aporta el flow en primera persona a otra historia en la misma tónica con la firma de Emiliano Brancciari que, a su manera, expresa lo que pasa cuando a la desesperación se le suman indiferencia y tiempo: los pedidos de ayuda se vuelven reclamos de justicia para después derivar en sed de revancha. Un ritmo de new wave filosa y urgida y un escalofrío inevitable cuando la rosarina recita “esto es por mí y por todas: quiero hacerte sentir lo que yo siento ahora”.
Pocos segundos después de que empieces a bailar la melodía hecha con una de esas flautas dulces que te hacen llevar a la escuela primaria, Dillom clava la primera (“Mis opps son medio opa/ los fumo con falopa”) de una serie de barras memorables y perturbadoras que entrega “Opa”. En sus 2.50 minutos hay cambios de BPM, la voz del trapero de la rip gang usada como percusiones y menciones a H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe. Imprescindible ver el video hecho por los No Duermo con otro arsenal de referencias y escuchar “Opa ATP-Kids Friendly Version”, en la que Dillom canta “Mis opps son medio opa/ los tomo con la sopa/ y también en el colegio, yo me saco buenas notas”.
Cuando la voz de Julieta Venegas se asoma desde una melodía de piano solitaria en “Lo Siento BB :/”, parece un vestigio fantasmal del pop alternativo latino de los 2000 que flota en el presente. La mente maestra de la canción, Tainy, distorsiona su ágil voz con inquietantes efectos de producción superados por un ritmo de reggaetón y los versos deliciosamente irreverentes y golpeados por el amor de Bad Bunny. En manos menos hábiles, la canción habría sido un mescolanza inconexa basada en la nostalgia; Tainy la convierte en una colaboración ingeniosa, inesperada, audaz y con visión de futuro, sin perder su centro en la ternura y el dolor.
“Solar Power” es una impecable melodía de verano: cálidos instrumentales y letras atrevidas y encantadoras con solo una pizca de comentarios inteligentes y autocríticos de la australiana Lorde, una de las figuras más estudiosas del pop actual (“vengan, vengan todos, voy a decirles mi secreto / soy como un Jesús más lindo”).
Si tiene algún defecto esta canción (muy endeudada con “Loaded” de Primal Scream y “Freedom! ‘90″ de George Michael) es que el groove terriblemente feliz que la cierra es demasiado corto. Pero realmente es solo un detalle . “Solar Power” es una melodía para disfrutar en todas las estaciones.
Este hit de Valentine llega justo después de la canción principal, lo que la convierte en la segunda canción consecutiva del LP en la que Lindsey Jordan usa la palabra “miel” de una forma experta que rezuma serenidad y despecho a la vez. El premio a la mejor letra queda dividido entre dos líneas: “Tengo dinero, no me importa el sexo” y “Desde que fui a rehabilitación me siento tan pequeña/ Extraño tu atención, me gustaría poder llamarte”. Después de ver el video, donde la cantautora de indie-rock canta casualmente en un sofá con una serpiente alrededor del cuello y un tazón de cereal en la mano, nunca volverás a pensar en el padre fundador de Estados Unidos de la misma manera. A. M.
El décimo álbum de estudio de La Renga, Alejado de la red, estaba listo para ser editado en 2020, pero, bueno, pasaron cosas, y la espera terminará pronto, en este 2022. De todas formas, el trío adelantó en estos años ya siete de los temas del disco. El último, “Buena pipa”, es un rock con riff ricotero, de esos para corear encima. “Presidiario de un sueño anémico/ Y sin ya nada te quieren dejar/ Para ser el mendigo de tu alma/ Y de tu dignidad”, canta Chizzo en lo que parece una (otra) oda contra los políticos de turno. Definitivamente será un hit tribunero para la gira nacional que la banda de Mataderos comenzará a fines de febrero de este año.
Editado como simple, la banda del sello Laptra continúa en “La nieve” con el legado de bandas como Galaxie 500 y Guided by Voices en el rock argentino. Hay en la canción un halo simple en el canto entre la tradición indie (Rosario Bléfari) y la contemporánea (Isla Mujeres). Artífices de la misma generación pero fieles a la enseñanza americana de guitarras en torbellinos y con la novedad en el sonido hi-fi. Una desobediencia del manifiesto estético que supieron entender como sus referentes de Él Mató. Y para la composición pasa lo mismo: el mantra existencial se vuelve haiku distorsionado.
“Thot Shit” es otra pegada de Megan: la canción combina el placer sexual con la política personal. Pero leyendo entre líneas, fue una oportunidad para que la rapera de Houston se defendiera de las críticas que ha enfrentado desde su salto a la fama en 2019, con Tina Snow. “Esas putas me disparan pero no me llegan ni a las rodillas”, rapea a doble velocidad a lo largo de un ritmo de LilJuMadeDaBeat. Apuntándoles a los medios de comunicación (que la criticaron por lo lasciva que estuvo al cantar con Cardi B en “WAP”) y a los fans del rap que subestiman sus talentos, Megan dice que va a seguir haciendo todo lo que quiera, y que los haters se vayan a la mierda.
En lo visual, hay una secuencia al comienzo del video de “Cicuta” que funciona en un nivel tanto metafórico como explicativo. Como salidos del after de un after, los integrantes de Peces Raros, Lucio Consolo y Marco Viera, entran a plena luz del día con el paso cansino y la boca seca a una suerte de fábrica en ruinas que tiene pintada la palabra “FUTURO” en su fachada. En lo sonoro, el primer corte de Dogma, su cuarto disco, se condice con la imagen: un riff ejecutado a la par por un sintetizador nebuloso y una guitarra cristalina son la puerta de entrada a una fiesta pagana y sintética que se lleva a cabo en un tiempo que no es el presente.
La música electrónica que asomó en Parte de un mal sueño (2016) y plantó bandera en Anestesia (2018) sigue presente en Peces Raros, solo que ahora no empuja las cosas en dirección automática hacia la pista (aunque en el video unos bailarines mezclan un look nü-rave con pasos de breakdance). En exactos dos minutos y medio, el dúo de La Plata se mueve entre susurros para un ritual contenido y polivalente capaz de citar versos de “La farolera” antes de hablar de besos en la guerra.
Michelle Zauner se especializa en traducir los lenguajes del dolor desde su libro Crying in H-Mart hasta su tercer (y mejor) disco con Japanese Breakfast, Jubilee. En “Be Sweet” se le une Jack Tatum de Wild Nothing para hacer un viaje synth-pop ochentero y muy espectacular, estilo de The Cure o Duran Duran. Zauner expresa su frustración con una pareja que la decepcionó, burlándose: “So come and get your woman (Come and get your woman)/ Pacify her rage (Pacify her rage)” –”Vení a buscar a tu mujer/ pacificá su rabia”–. Pero en su momento más tormentoso, su voz transmite la certeza de que el perdón traerá paz.
Tiago PZK y Trueno tienen un núcleo común: cuando se los escuchaba batallar parecían estar construyendo un hit en tiempo real. Tiago por su capacidad melódica y Trueno por su flow contagioso. En “Salimos de noche”, sin embargo, en lugar de ir por un boom bap que pudiese quedarle cómodo al de la Boca o un trap para el despliegue del nacido en Monte Grande, encuentran en el beat de reggaetón cortesía de Tatool y Big One un terreno en común. “Salimo de noche” tiene todo lo que exige el género: referencias geográficas, menciones a 2Pac, shoutouts cruzados e invitaciones a perrear.
En este himno de su flamante disco 30, Adele se inspira en la dulzura bendita del góspel clásico, como tantos grandes cantantes de soul antes que ella. “I Drink Wine” es su testimonio autobiográfico de seis minutos, en el que cuenta sus dolores de amor, y confiesa: “Nos enamoramos del mundo/ Pero el mundo quiere tirarnos abajo”. Después se pregunta por qué sigue esforzándose tanto por ser otra persona, a pesar de que el resto de nosotros solo desearíamos ser tan geniales como Adele. Y ha revelado que tiene una toma de grabación de 15 minutos, así que preparate para la inevitable “I Drink Wine” en versión XXL.
En la mayoría de los casos, publicar una canción de rock sería normativo. Para alguien como CA7RIEL, tan emparentado a un género joven como el trap, apostar a sonoridades boomer es una movida decididamente anticomercio. “Bad Bitch”, el segundo track de El Disko, concluye el desmarcamiento del trap que Cato viene transitando desde su show agotado en Obras. Citando un bajo de Stevie Wonder, esta canción en la clave de la vida se acerca más a la generación IKV que a la nashe. “Yo no soy para ti, no/ Demasiado nasty/ Nada de esto es gratis/ Bebé, I’m a bad bitch”, se rebela Ca7riel. Que tampoco lo encasillen los rockeros.
Con la participación de Nicolás Reyes y Tonino Baliardo de Gipsy Kings, C. Tangana tuvo uno de los puntos altos de El Madrileño en esta canción de flamenco que respeta la tradición, pero la deconstruye. Si bien el amor no correspondido es una temática habitual en el género y en toda la música popular, la canción trastoca la virilidad del flamenco. Se muestra como un perdedor que se apena porque una mujer autónoma no lo “quiere” querer. La letra dice en un momento “ni una pistola para poder gobernarte”, lo cual levantó polémica, pero aun así logró que el tema sea de los más cantados y recordados del disco. A. C.
Sin dudas, fue uno de los grandes éxitos nacionales del año. Quedó como el tema más escuchado en Spotify Argentina en 2021: al cierre de esta edición, llevaba 287 millones de reproducciones. En YouTube llegó a un número similar. La fórmula de esta canción incluye dos mujeres que se hacen cargo de su deseo de jugar un rato, un ritmo de reggaetón imposible de ser borrado de la mente en las siguientes horas (quizás días), y la novedad de ver a Tini sentirse cómoda por primera vez en el género urbano. No le canta ni al amor, ni al desencuentro, y aun así la rompe con ayuda de Becerra, que todo lo que toca lo convierte en hit. Ayelén Cisneros
Los samples de reggaetón fueron el combustible de aviones que le permitió al pop en español alcanzar la prominencia mundial en la década pasada. Pero la batería de “Todo de ti” es plana y cuadrada. El track también se abre con un sintetizador alegre, que no estaría fuera de lugar en un antro de la noche de los 80. Esto es nu-new-wave, un sonido inusual en el mainstream latino actual, pero que inesperadamente se convirtió en un gran hit mundial. “Para los angloparlantes es solo un disco pop”, le dijo a Rolling Stone Álvaro Díaz, uno de los colaboradores de Alejandro. “Pero, entre los latinos, nadie en el género está haciendo algo parecido con el éxito que él está teniendo”.
¡Saludos al nuevo shock-rock! Si Alice Cooper se decapitaba a sí mismo en el escenario y Gwar rociaba al público con sus fluidos corporales, todo lo que tenía que hacer Lil Nas X (un talento musical joven, negro y gay venido de Georgia) para levantar las cejas de la derecha evangélica era un baile erótico dedicado a Satanás en el videoclip de “Montero”. El genial video fue lo suficientemente transgresor y revolucionario como para irritar a Nike (que se desligó oficialmente de sus Satan shoes). Lil Nas X le puso la frutilla al postre con un gancho raro y lo suficientemente pegadizo como para rivalizar con su histórico hit, “Old Town Road”: una hazaña realmente impactante. K. G
Una vez más, como había pasado en “Canguro” de Caravana, su primer disco, en el rap metal “Que se mejoren”, el primer adelanto de Oscuro éxtasis, Wos se luce como un bardo que entrega una descripción precisa de la actualidad de la Argentina. El track está cargado de furia, rebeldía e ironía, y a mediados de 2021, algunos meses antes de que varios casos de brutalidad policial y gatillo fácil volvieran a poner el tema en los medios, Wos ya estaba rapeando: “Y ahora vemo’ cómo nos maltratan/ cómo cambia el eje de la data/ cuando el que dice que te protege, es el mismo que te mata/ el que te ejecuta como rata, hereje antiplaca”.
Como una suerte de continuidad de su gran último álbum (Discutible, editado en 2018), el primer adelanto de su próximo trabajo encuentra a Babasónicos donde lo habían dejado. Tan mordaz como pegadiza y en plan psicodelia-pop, la canción romantiza la esencia nocturna, más allá de su “sabor artificial”. “La noche es un portal imaginario/ Donde habitan los permisos que de día ni en pedo se dan/ Donde más es más y todo se paga de más”, canta Dárgelos sobre un beat depechemodeano. Su estreno en vivo, en diciembre pasado, la ubica ya junto a “La pregunta” como uno de los momentos más esperados del show de una banda que, a treinta años de su debut, no deja de actualizarse.
Bruno Mars y Anderson .Paak unen fuerzas en este paseo casi perfecto por el clásico R&B de Soul Train de los setenta. “Leave the Door Open” no suena retro porque es una canción ideal para 2021, una balada romántica perfecta para la (muy imperfecta) primavera postpandemia. Estos dos obsesivos del trabajo fino en el estudio de grabación aciertan en todos los detalles técnicos. Pero Mars y .Paak trabajan más duro todavía para proveernos del estado de ánimo adecuado. “Leave the Door Open” es puro romance: cada frase de la batería es una ráfaga de feromonas. Prácticamente podés ver la botella de coñac en la mesita de noche, debajo de las pinturas de terciopelo y la lámpara estroboscópica. R.S.
Para alguien que hizo del hermetismo de su vida privada una barrera infranqueable –y desde que su salud tomó estado público–, una canción como “Encuentro con un ángel amateur” se perfila como una bajada de guardia necesaria. “Empiezo por el final, terminaré en el principio”, entona Solari sin más compañía que una guitarra acústica hasta que sus músicos se ensamblan para terminar de dar forma a una balada folk alla Tom Petty donde cada frase suena a despedida tácita (“Yo ya no puedo cumplir hazañas que prometí, sólo seguir cantando”, esboza en el estribillo). Su estreno también se desdobló como una catarata de significaciones: en un show que Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado filmaron en Epecuén, la presencia del Indio se tradujo a una aparición espectral a distancia, como un maestro jedi reportándose a años luz de distancia. Entre los vestigios de una ciudad que fue arrasada por el agua, versos como “Solo me falta saber la fecha y el lugar, y allí iré cantando” cobran la pesadez de esos dolores dulces. J. V.
En vida, Palo Pandolfo disfrutó del lanzamiento y la posterior repercusión que obtuvo el segundo adelanto de su nuevo disco. Estaba feliz porque tenía un hit elaborado con las mismas herramientas melódicas de “Tazas de té chino”, “Playas oscuras” o “Bi Bap Um Dera”, canciones redondas de adhesión instantánea. Para sellar la epifanía de “Tu amor”, Palo invitó a Santiago Motorizado (Él Mató) a compartir el diálogo coral que funciona como eje y motor del tema. Dentro de un disco acústico, “Tu amor” es la única canción de Siervo que incluye guitarras eléctricas. Grabado en el estudio Los Elefantes bajo la supervisión de Juan Belvis, el tema nació como un eco a la psicodelia naturalista de Tanguito. A modo de presagio fatal unos días antes del triste desenlace, el cantor federal explicaba “Tu amor” como “una transmigración, un cambio de estado del alma”: “Representa la muerte de algo y el renacimiento, un viaje hacia otro estadío”.
Solo tuvimos que soportar siete días del año pasado sin “drivers license”: el 8 de enero llegó Olivia Rodrigo como un cometa adolescente, la estrella más potente que ha salido del canal de Disney desde Zenon: Girl of the 21st Century. Al instante supimos que la canción iba a ser una candidata a la lista, pero no sabíamos cuánto tiempo íbamos a tenerla en la cabeza. En esta balada, Rodrigo disecciona con todo detalle lo mal que se siente al sacar su permiso de conducir después de que le rompan el corazón, y logra que el público se pueda identificar con la angustia de una joven de 17 años instantáneamente y sin importar la edad. Cuando menciona a “Becky la de lindo pelo” (“probablemente estés con esa rubia/ que siempre me hizo sentir insegura”), te ponés de su lado.
Tal vez se pueda medir a ojo el estatus de hit de la BZRP Music Session #38 con L-Gante teniendo en cuenta cuántas veces escuchaste o leíste en un meme o leíste en un tuit la frase “Si me avisa en cinco estoy porque sabe cómo soy” durante 2021. Pero el dato más tangible está en los 230 millones de plays que el track tiene al cierre de esta edición en YouTube, el más visto de este año en el canal de Bizarrap, superando a los videos con figuras latinas como Nicky Jam y Anuel AA.
Con Bizarrap en la producción, el tema acierta desde el inicio. El teclado a lo Pablito Lescano cruza a varias generaciones y rápido pone al baile está en velocidad crucero con la cadencia RKT, cultura 420 y el espíritu de las fiestas clandestinas y los megamix bajados de Internet para escuchar en las previas de comienzos de la década pasada.
Dura poco más de tres minutos, sin embargo, L-Gante la hace parecer interminable entre líneas demoledoras y pegadizas como “Y arranco al toque, Roque”, sentido de pertenencia y una descripción tan precisa y explícita sobre cómo puede ser un día en cualquiera de los barrios periféricos de las grandes ciudades como no se escuchaba desde el auge de la cumbia villera en los primeros años de este siglo. Como en aquella época, el alcance del éxito fue enorme y transversal, pero obviamente ahora se dio muchísimo más rápido: después de este tema, fue viral por su canción del abecedario, llegó a entrevistarse con el presidente Alberto Fernández y terminó el año en el jurado del programa de Marcelo Tinelli. Un fenómeno popular empujado más por el carisma inagotable de Elián Ángel Valenzuela que por los algoritmos.
Textos de Daniel Flores, Emilio Zavaley, Rob Sheffield, Angie Martoccio, Oscar Jalil, Sebastián Ramos, Jon Dolan, Ayelén Cisneros, Kory Grow, Bartolomé Armentano, Diego Mancusi, Sebastián Chaves, Julyssa Lopez, Jonathan Bernstein y Facundo Arroyo.
Parte de los textos de esta lista fueron publicados en Rolling Stone Estados Unidos.