Carles Ruipérez, Anaïs Martí
Barcelona
Con medio planeta jugando al Wordle , en los despachos del Barcelona andan metidos en otro rompecabezas. Los ejecutivos de patrocinios y marketing están intentando que todas las piezas encajen en el puzle de la camiseta cuando faltan cinco meses para que Rakuten y Beko dejen de ser los sponsors de la elástica blaugrana del primer equipo de fútbol. La gran pregunta es quién será el sucesor en el pecho después de Unicef, Qatar Foundation, Qatar Airways y Rakuten. En el interior de la directiva quieren anunciar el patrocinador en febrero.
En el club gusta mucho Spotify, la empresa de la reproducción de música en streaming que tiene 381 millones de usuarios (172 millones de pago). Se trata de una marca conocida mundialmente y con mucha aceptación entre los jóvenes. Sería un socio ideal. Siempre que se lograse subir un poco la oferta económica. Por eso siguen las negociaciones para intentar convencer a Spotify.
No hace mucho, en la etapa prepandémica, el Barça llegó a ingresar casi 80 millones por año por publicidad en la camiseta, una de las mejores pagadas del mundo. La japonesa Rakuten, presidida por Hiroshi Mikitani, socio y amigo de Gerard Piqué, ponía 60 millones mientras que los electrodomésticos turcos Beko desembolsaban 19 por lucir en la manga y en la camiseta de entrenamiento. El coronavirus lo truncó todo. Este curso, el Barça firmó una prórroga a la baja con Rakuten por 35 millones y Beko renegoció por 10, solo por el día a día, dejando de aparecer en la manga.
Parece difícil igualar aquellas cantidades, y más sin Messi en el equipo. Pero en la junta del Barcelona están trabajando para completar un puzle que construya una elástica competitiva en el mercado futbolístico.
Si de algo sirvió la reunión de la junta del miércoles fue para prácticamente descartar a Polkadot de la carrera como patrocinador principal. La criptomoneda ofrecía 20 millones por inscribir su nombre en la manga de la camiseta de partido y en la espalda de la ropa de ejercitarse. Sin embargo, en el club el sector genera dudas y consideran que no sería adecuado para el Barcelona ligarse con el mercado de las criptomonedas, aunque los Lakers sí que hayan rebautizado su pabellón como Crypto.com Arena. “Creo que las criptomonedas han llegado para quedarse. Pero se trata de un activo que no está regulado por la Comisión Nacional de Valores. Creo que eso debe ser una línea roja”, destaca el experto en marketing deportivo, Marc Ciria. Aún así, se intentará buscar un acomodo alternativo para Polkadot.
La reputación no es algo baladí. Durante la primera etapa de Laporta, dos de las principales ofertas fueron de Pekín y de Bwin. La primera venía de un ente gubernamental que quería publicitar los JJ.OO. de 2008 pero no convenció hacer negocios con el régimen de Pekín. La segunda era de una casa de apuestas online y no se vio con buenos ojos la fama y el peligro de la ludopatía. En julio de 2006, Laporta daba un volantazo con la publicidad invertida (era el Barça quien pagaba) de Unicef. En el club se considera que Spotify es un golpe de efecto comparable. “Es la empresa que ha democratizado la música a un precio asequible”, aplaude Ciria.
Dentro del acuerdo de patrocinio de la frontal de la camiseta del primer equipo, la empresa sueca de música online Spotify podría pagar también por los title rights del Camp Nou estrenando así el apellido del estadio blaugrana según avanzó el programa Tot Costa de Catalunya Ràdio. Según la citada información, la duración de este contrato no será de largo recorrido como hubiera querido el Barça, que siempre había planteado cerrarun vínculo para este activo comercial de un mínimo de 15 años y un máximo de 30. Sin embargo, ante la falta de propuestas que satisfagan ahora mismo las pretensiones del Barça, la entidad está dispuesta a aceptar las condiciones de Spotify siempre y cuando la oferta económica resulten satisfactorias. La negociación está todavía en marcha pero el acuerdo rondaría los 60-65 millones de euros entre el patrocinio de la camiseta y del estadio. Esta no es la primera vez que Spotify trata de vincularse con un club de fútbol. Su director general, el empresario sueco Daniel Ek, ya intentó el año pasado adquirir el Arsenal.Realizó una oferta por valor de 2.400 millones de euros pero el propietario del Arsenal la rechazó. Daniel Ek es poseedor, según Forbes, de una fortuna neta cifrada en 4.217 millones de euros.
