Ni siquiera la pandemia puede con la fiebre por las prendas de segunda mano. Una tendencia que ha saltado de los mercadillos a las plataformas digitales y a la que también se ha apuntado el mundo del lujo. De hecho, si bien al principio las marcas miraban con recelo este tipo de transacciones, cada vez son más las que cuentan con sus propias plataformas de reventa o apoyan directamente a compañías que se dedican a ello.
“Las marcas de lujo lo están viendo como una oportunidad, no como un enemigo. Estas plataformas les están haciendo llegar a un público nuevo y muy diferente”, comenta la profesora de ISEM Fashion Business School María Martín-Montalvo. Mediante este tipo de ventas, las firmas de alta gama introducen términos como economía circular y sostenibilidad, lo que les ayuda a conectar con los consumidores más jóvenes. Además, la experta considera que, lejos de ensuciar su imagen, la segunda mano refuerza la idea de calidad. “No considero que sean competencia. Es abrir más puertas al reconocimiento de la marca. Una forma de demostrar que los productos son duraderos y que se pueden comprar también de primera mano. El lujo es tan bueno que dura y se puede seguir vendiendo”, prosigue.
Así lo ve también la profesora de Esic Gabriela Salinas, quien cree que las nuevas generaciones han contribuido a eliminar el estigma que tenía la segunda mano. Asimismo, comenta que esta forma de compra también es una oportunidad para conseguir ediciones vintage o productos que ya no se encuentran en el mercado tradicional: “Mucha gente busca coleccionables, colaboraciones agotadas o ediciones limitadas”. Una tendencia en la que, como en tantas otras, la tecnología es una herramienta indispensable, sobre todo para que las firmas se decidan a colaborar. Primero, porque, al hacerse a través de plataformas digitales, permite a las marcas obtener mucha información sobre el perfil de los consumidores, y segundo, porque tecnología como el blockchain puede ayudar a garantizar la autenticidad de los productos. “A las marcas les interesa controlar todo el ciclo de vida del producto para continuar en la lucha contra las falsificaciones”, añade Salinas.
Ante todo, las garantías son la clave. La aparición de plataformas que transmiten confianza y seguridad es una de las razones por las que esta industria está creciendo a gran velocidad, comenta la portavoz de Esic. “Permiten hacer una selección mayor de lo que se va a vender y lo que no”, apoya. Estas son algunas de estas compañías en las que encontrar lujo de segunda mano: