Independiente que sean hombres o mujeres, jóvenes o viejos, cada mañana se levantan y se paran frente al espejo haciéndose una pregunta: ¿Qué me pongo hoy para ir trabajar en el contexto de la "nueva normalidad"?
Efectivamente, tras retomar la actividad económica, se vuelve pertinente renovar la forma de utilización del guardarropa profesional para proyectar una nueva imagen profesional porque la forma de comunicarse y realizar las cosas ha cambiado radicalmente tras el encierro por crisis del coronavirus. Este cambio social se manifiesta en los cientos de "memes" o caricaturas modernas, mostrando la ansiedad de la gente porque se han olvidado cómo se abotonan las camisas y los vestidos o cómo se usan los cierres de los pantalones; o se plantea la duda de si alguna vez se usaron zapatos cerrados para ir a la oficina que no fueran deportivos o sandalias (si no se llevaban los pies descalzos), los cuales se llevaron por seis meses frente al zoom de las reuniones llevadas a cabo desde casa durante todo el encierro por la pandemia.
Se pueden tomar los consejos de la diseñadora inglesa Stella McCartney para realizar decisiones al elegir las prendas de moda que ayuden a renovar la imagen profesional, a sabiendas del impacto positivo sobre el planeta que tiene practicar una nueva forma de consumir ropa, ya que los datos científicos revelan una mejoría de la calidad del medio ambiente al bajar el consumo exagerado de ropa, ya que la industria textil es una de las que más contamina. (https://www.bbc.com/mundo/noticias-48722931
Stella MacCartey propone: 1. Responsabilizarse de las propias acciones. El poder del consumidor consciente empujara a que las marcas de ropa sean de lujo o de masas, profundicen su compromiso más allá de lo que diseñan y venden, abarcando el impacto que el producto en cuestión pueda tener sobre la ecología.
2. Saber buscar soluciones. Tanto empresas como proveedores y clientes pueden unirse a encontrar soluciones sobre el origen de los materiales para reciclar o usar economía circular. Por ejemplo, la marca de Stella solo usa piel sintética que permite ser sostenible.
3. Evitar comprar a quienes solo lo hacen para salir en la foto. Y no están convencidos del estilo de dirigir su producción de forma respetuosa con el medio ambiente.
4. Volverse consumidores de marcas de ropa que eligen a quienes tienen políticas para la industria al completo. Esto debido a que la industria de la moda no tiene prácticamente nada de eso. "Debería de ser como se hace con los alimentos, donde hay una etiqueta que explica los valores nutricionales de cada cosa". (Stella Mc).
5. Que se vuelva normativa la mitigación del impacto ambiental. En muchas empresas de moda, más del 60 % del impacto positivo que se genera está relacionado con cómo se obtiene los materiales y tejidos: agricultura regenerativa y cómo se elabora el algodón (cultivado de manera ecológica y sostenible para bajar la emisión de CO2 se queda atrapada en la tierra). Si cultivamos el algodón de manera equivocada, acabará liberándose a la atmósfera.
6. Ser optimistas y creer en el futuro. Para hacer algo primero hay que creerlo posible y hacerlo estilo de vida.
7. Toda persona tiene un papel importante. En especial los clientes de ropa ya están haciendo preguntas antes de comprar sobre cómo se hacen las prendas. Es ya imparable esta tendencia.
8. La sostenibilidad no está reñida con el estilo. La misión de cada individuo ha cambiado después de la crisis global sanitaria: quedo claro que la sostenibilidad de la vida pasa por cuidar cómo se produce, para que luego se vuelva un objeto atractivo por su estilo, por ser espectacular en sí mismo y por hace sentir especial a quien lo usa.
https://www.vogue.es/moda/articulos/stella-mccartney-lecciones-de-sostenibilidad-moda
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