La notita de la ETA perdonándoles la vida –de momento– a Francia y España, proclamándose la única instancia política y moral del País Vasco y marcando el camino que todas las fuerzas deben seguir para que no se enfade es uno de los papeluchos más infectos y eficaces que cabe recordar en las últimas décadas.
Dicen que ETA deja las armas. Nada más falso. Dicen que deja la actividad armada. Mentira. Dicen que deja de matar. Lo mismo que en las once treguas anteriores: mientras le convenga. Dicen que esta vez la tregua es definitiva. ¿Y cuándo no lo ha sido? ¿Qué tregua no se ha presentado como sincera? ¿Qué alto el fuego no se ha disfrazado de definitivo e irrevocable?
Ofende a la inteligencia que casi nadie quiera reparar en la literalidad de esta parte del comunicado con dos frases absolutamente contradictorias:
O sea, que ETA ha abandonado la "actividad armada", pero sólo si Francia y España hacen lo que deben, o sea, lo que mande la ETA, llegará "la superación de la confrontación armada". ¿Pero cómo puede "cesar la confrontación armada" si ya no hay actividad armada? Pues muy sencillo: porque todo es mentira: sigue la confrontación, la actividad armada, el terror, el chantaje y el proyecto totalitario de la ETA. Vamos, que el papelito etarra es una trola con la que se consolará Rubalcaba pero a la que nunca, por mero cálculo electoral, debería haberse plegado Mariano Rajoy.
Es mentira lo que dice la ETA, es mentira lo que dicen el PSOE y el PP, es una vergüenza que Rajoy elogie a jueces y fiscales que como Garzón, Cándido y demás pandilla trataron con mimo y excarcelaron a criminales como De Juana Chaos. El comunicado se burla de las víctimas de sus atentados hablando sólo de sus muertos (pocos, al lado de los que mataron); pero PSOE y PP se burlan de las víctimas y de toda la nación española diciendo que la ETA dice lo que no dice y que va a hacer lo que no va a hacer. Es un día de vergüenza para los españoles que aspiramos a no vivir de prestado por la gracia de la ETA ni en una burbuja de mentiras por embeleco del PSOE y del PP. Parodiando a Churchill diríamos: por no enfrentaros de verdad al terrorismo habéis creado la mentira de la paz. Tendréis una paz de mentira y, por supuesto, no os libraréis del terrorismo.