A diferencia de su antecesor, Benedicto XVI no fue un Papa popular. Callado, reservado y verdaderamente anciano, el hombre se dedicó a escribir bulas papales, relativas a la teología y asuntos que requieren de conocimientos más elevados sobre la fe católica. Después de un papado realmente breve —con apenas 8 años de reinado—, Joseph Aloisius Ratzinger pasó a la historia como el segundo pontífice en renunciar a su cargo.
Después de abdicar, Ratzinger se resignó a una vida todavía más silenciosa. Con la popularidad aplastante de Francisco, su sucesor, Benedicto XVI se convirtió en una sombra más del Vaticano —a pesar de ser el Papa número el 265. Conservador, rígido y dedicado a la reflexión cristiana, sus apariciones públicas fueron parcas y sin pompa —siempre calzado con zapatos Prada.
Aunque su administración se rigió por estar dedicada ‘a la oración y el retiro espiritual‘, como declaró en varias ocasiones, recientemente se le ha acusado de un mal manejo de casos de abuso sexual al interior de la Iglesia. Esto es lo que sabemos.
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En 2007, Esquire definió a Benedicto XVI como ‘el Papa de los accesorios’. Esto sucedió después de un escándalo internacional que ocasionaron unos mocasines rojos, que el pontífice llevó a alguna de sus actividades papales. A pesar de su gusto por la moda italiana, Ratzinger prefirió adoptar un reinado más alineado a los ideales de derecha extrema.
Erudito en materia de Martin Heidegger y Karl Jaspers, filósofos existencialistas, decidió que sería lo mejor regresar a los valores que habían ordenado a la Iglesia Católica durante siglos. La apertura de mente, a sus ojos, no era una alternativa en pleno siglo XXI:
A la par, los diversos escándalos por violaciones que la Iglesia Católica había acumulado durante décadas empezaron a mediatizarse. Un reporte nuevo de la diócesis de Múnich, en Alemania, denuncia que Benedicto XVI tuvo un ‘mal manejo’ de casos de abuso sexual mientras ostentaba el puesto. Especialmente, de acuerdo con la obertura de AP, entre 1970 y 1980.
Aunque Benedicto XVI no asumió el puesto como Papa hasta 2005, los asuntos relativos a su administración como arzobispo de Múnich no habían salido a la luz hasta ahora. Hoy, con 94 años de edad, Ratzinger escribió una carta extensa en la que niega rotundamente haber tenido una ‘mala conducta’ en sus años de arzobispado.
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La firma que está llevando el caso es Westpfahl Spilker Wastl. Desde hace dos años, encargaron un reporte extensivo para revisar los casos de abuso sexual por parte de la Iglesia Católica en Alemania. Específicamente, entre los años 1945 y 2019, con el fin de analizar si la institución los había atendido de manera satisfactoria.
Según los resultados del reporte, parece ser que no fue el caso:
En la mitad de los casos, los perpetradores fueron castigados por el sistema judicial alemán. Sin embargo, mantuvieron el cargo como clérigos “sin límites expresos sobre lo que se les permitía hacer”, denuncia AP. Bajo la ley canónica, no se ordenó ninguna acción en su contra.
Para el tercer caso, un sacerdote que fue acusado en Alemania fue transferido a la arquidiócesis de Múnich —sin represalias. Por último, se ordenó que un ministro pedófilo se sometiera a ‘terapia’, con aprobación expresa de Ratzinger en 1980. Seis años más tarde, este hombre recibió una sentencia suspendida por abusar de un niño.
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Ante las acusaciones del reporte alemán, Ratzinger ha respondido sólo con negativas. “En todos los casos, el Papa emérito Benedicto XVI niega estrictamente cualquier irregularidad de su parte”, dijo Pusch. Sin embargo, la firma de abogados que está llevando este caso y diversas organizaciones de la sociedad civil no están sorprendidas por las denuncias contenidas en el documento.
“Para nosotros, ésta no es una noticia impactante”, dijo en un comunicado Survivors Network of those Abused by Priests (SNAP), una red que representa a sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero. Según su experiencia, las ‘inacciones desagradables’ se manifiestan años después, tras un silencio doloroso por parte de la Iglesia —y años perdidos de investigación para las víctimas.
Benedicto XVI se describió a sí mismo como un ‘hijo de Alemania’. Durante años, oró por las almas de las millones de personas que perdieron la vida en Auschwitz. Mientras hacía estas apariciones públicas, antes de ostentar el cargo como Papa, decidió hacer caso omiso a los casos de abuso sexual en la diócesis de Múnich.
El reporte termina diciendo que las víctimas eran en su mayoría niños, que servían como acólitos en las iglesias alemanas entre 1945 y 2014. Todos ellos, menores a 13 años. La cifra supera los 3 mil 600 casos confirmados.
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